- La planta incineradora de Zubieta también está pagando las consecuencias del estado de alarma, en este caso, por la paralización de la actividad administrativa en el Gobierno Vasco. Según explicó ayer el presidente de GHK y diputado foral de Medio Ambiente, José Ignacio Asensio, la Diputación tiene toda la documentación requerida para obtener la certificación ambiental, trámite obligatorio previo, para la plena operatividad del centro medioambiental de Zubieta, que aloja la planta incineradora como elemento nuclear del mismo.

Según Asensio, que ofreció ayer una rueda de prensa telemática sobre la gestión de los residuos sólidos urbanos en tiempo de coronavirus, el trámite está en suspenso hasta que se levante el estado de emergencia, lo que confía que pueda ocurrir en unas semanas, aunque no puede poner fecha.

En cualquier caso, el presidente de GHK explicó que es un problema puramente administrativo, ya que desde el punto de vista técnico no existe ningún impedimento para dar luz verde a la instalación, que estaba prevista que estuviera operativa al cien por cien este mes de abril.

Mientras, la incineradora sigue en fase de pruebas y ya acoge el 80% de todo el material que sale de la planta de tratamiento mecánico biológico. El restante 20% sigue enviándose a Bizkaia, a la incineradora de Zabalgarbi, situación que no cambiará hasta no recibir la autorización ambiental integrada, que certificará que la infraestructura cumple con el nivel de emisiones, la eficiencia energética y el tipo de residuos que trata.

Asensio explicó que las más de 11.000 toneladas mensuales de basura no reciclable que genera Gipuzkoa “están siendo tratadas en su práctica totalidad” en el complejo de Zubieta.

En este tiempo de confinamiento por el coronavirus, la generación de residuos urbanos en Gipuzkoa ha aumentado en más de mil toneladas (de 15.293 a 16.328 toneladas), lo que representa un incremento del 6,7%, en gran parte atribuible a la basura doméstica al permanecer casi todo el comercio y la hostelería cerrado en el marco del estado de alerta impuesto por el Gobierno español.

Según Asensio, el aumento general del volumen de basuras se debe a la fracción resto, la parte no reciclable, que ha crecido un 11,3% de enero a abril, al pasar de 10.446 toneladas mensuales a 11.626.

Pese a la pandemia, la gestión de residuos se desarrolla en Gipuzkoa “con absoluta normalidad”, aseguró Asensio, gracias al “esfuerzo de los trabajadores” y “la coordinación con las mancomunidades”.

Sobre la labor que éstas desarrollan, indicó que GHK ha adquirido y distribuido a dichas entidades un total de 33.920 unidades de protección individual. Se trata, en concreto, de 19.000 pares de guantes, 9.900 mascarillas del tipo FPP2, 2.000 buzos desechables, 1.200 batas y delantales y 159 litros de gel hidroalcohólico.

Además, señaló que tras el derrumbe del vertedero de Zaldibar y el cierre del de Mutiloa, las mancomunidades recopilan “los residuos asimilables a urbanos” procedentes de empresas y los derivan a GHK, que trata como tales unas 500 toneladas al mes.

La incineradora sigue en fase de pruebas y ya acoge el 80% de todo el material que sale de la planta de tratamiento mecánico biológico