- Las residencias de Gipuzkoa trabajan a destajo para que los residentes puedan mantener un contacto más o menos continuado con sus familias. Estos días el trabajo se duplica, los protocolos a seguir son muy estrictos, las medidas de seguridad a adoptar muy severas, y mantener la normalidad en las residencias no es sencillo. Además, desde que se prohibieron las visitas de familiares por seguridad, gestionar el contacto con las familias no está resultando fácil. Sin embargo, se trata de mantener las relaciones de la manera más normalizada posible.

"Estamos haciendo lo que podemos, porque no es sencillo", explica Arantxa Lekuona, gerente del organismo foral autónomo Kabia, que gestiona las residencias de titularidad foral. "Hay que tener en cuenta los recursos que están disponibles hasta ahora en las residencias y cómo estaba organizada la propia residencia, porque el coronavirus nos ha exigido ir modulando el servicio, adaptando nuevas medidas de seguridad. Si antes teníamos aparatos fijos a los que podían acudir a mantener videoconferencias con sus familiares, ahora eso ya no se puede hacer y nos hemos tenido que ir adaptando", señala.

Desde las residencias son conscientes de que mantener el contacto entre ancianos y familiares resulta esencial en momentos de gran estrés como el que se está viviendo a cuenta de la crisis sanitaria del coronavirus, y por ello trabajan para mantener este contacto. "Nos estamos adaptando. Hasta ahora estamos manteniendo contactos telefónicos, porque hay gente que no quiere hacer videoconferencias, simplemente se ha pedido mantener una relación telefónica", explica.

De esta forma, en algunos de los centros se está preguntando a los familiares cómo quieren comunicarse con los ancianos, si mediante teléfono o, en el caso de que sea posible, mediante videoconferencia, para ver cómo articular el sistema. "Es algo que tenemos que organizar porque no se pueden dedicar todos los recursos a mantener esa relación. Tenemos que preparar un listado, organizar agendas, teniendo en cuenta toda la problemática y el contexto de excepcionalidad en el que nos encontramos. Y estamos en ello. Por ahora, se han adquirido una serie de tablets para reforzar toda esa comunicación", informa.

No solo la falta de herramientas dificulta mantener el contacto, también los límites del propio personal. "Ten en cuenta que utilizas un aparato y antes de usarlo hay que limpiarlo y después también, el tiempo que hablas con el familiar... Es algo que lleva su tiempo. Hay que organizarlo y todo mientras se van aprobando nuevas medidas de seguridad que cuestan más tiempo cumplir", dice Lekuona.

Sin embargo, son conscientes de la importancia de mantener el vínculo familiar. "Para nosotras es muy importante hacerlo, porque queremos que en esta situación de estrés ellos se sientan a gusto y mantengan esa relación que hasta ahora han tenido y que ahora por las circunstancias no pueden. Pero eso exige una reorganización que en este contexto no es fácil. Hay que ser conscientes de que quizás todos los días no va a poder ser, pero se hará lo que se pueda", asevera.

En las residencias son conscientes de la importancia de estos contactos para reducir el estrés que genera esta alerta