Pamplona. El Gobierno de Navarra ha decidido implantar peajes a vehículos pesados en la carretera N-121-A como "medida disuasoria" con la que modular el tráfico de grandes vehículos pesado que circula por esta vía.

Según los datos provisionales de Aforos de la Red de Carreteras de Navarra conocidos hace unos días, en 2019 la N-121-A registró una intensidad media diaria (IMD) de 10.276 vehículos, de los cuales 2.880 eran vehículos pesados, ha informado el Gobierno foral, que revela en una nota que se ha reunido este miércoles con representantes de las Asociaciones de Transportistas para trasladarles esta medida.

De igual modo, se les ha informado que desde la dirección general de Transportes del Gobierno de Navarra se está trabajando en la potenciación del transporte ferroviario de mercancías, que posibilitará la reducción del número de camiones que circulan por las carreteras a medio-largo plazo.

"Se trata de una línea de trabajo en consonancia con las políticas de la Unión Europea en materia de transporte que abogan por avanzar hacia un transporte de mercancías más sostenible e intermodal", explican.

Recuerda el Gobierno de Navarra que en los últimos meses ha adoptado una serie de medidas para mejorar la seguridad en la N-121-A, como su decisión de limitar a un solo sentido los adelantamientos en los tramos de tres carriles de la vía para reducir la siniestralidad.

Esta limitación de los adelantamientos viene motivada al constatarse, en los informes de accidentalidad de la N-121-A elaborados por el Área de Tráfico y Seguridad Vial de Policía Foral, que se continuaban generando situaciones de peligro entre vehículos que coinciden adelantando en el carril central y en sentidos contrarios.

De igual modo, el Gobierno de Navarra ha solicitado a la Dirección General de Tráfico la colocación de radares fijos, principalmente en los tramos 1 y 6 de esta vía, que son los que registran una mayor accidentalidad.

Asimismo, está previsto seguir apostando por potenciar la presencia policial desde un patrullaje proactivo, basado en dispositivos estáticos y dinámicos de vigilancia, de forma que la Policía Foral ha realizado en 2019 un total de 1.452 controles frente a los 1.193 del ejercicio anterior en la N-121-A.

Por otro lado, y gracias a los avances tecnológicos, se está estudiando la puesta en marcha de un proyecto piloto para, a través de cámaras e inteligencia artificial, chequear la carretera y poder observar en tiempo real y a posteriori la actuación y conductas de los vehículos.

Cruzar factores como la velocidad, trayectoria, climatología y otros datos ayudarán a obtener mejor información para adoptar futuras medidas que posibiliten reducir la accidentalidad.

Además de la presencia policial, se debe trabajar la seguridad vial de manera transversal, incorporando a la sociedad civil, para lo que se impulsarán campañas de concienciación y seguridad vial en la zona y se animará a su implementación a los distintos agentes implicados.

Para mejorar la visibilidad de la señalización, se prevé próximamente la reposición completa de la señalización horizontal en el eje y en los laterales a lo largo de los 62,87 kilómetros de longitud de la N-121-A.

Asimismo, una vez finalice la campaña de vialidad invernal, se ha programado el fresado y reposición de firme en varios tramos de la N-121-A entre los kilómetros 25,9 y 68,4, lo que permitirá mejorar el coeficiente de rozamiento y la regularidad.

Mejorar e incrementar la iluminación en los túneles de la Red de Carreteras de Navarra es otra de las líneas de actuación que viene desarrollando el Departamento, con la renovación de las luminarias actuales de VSAP (Vapor de Sodio) por luminarias LED, que conllevan una mayor iluminación y durabilidad y un menor consumo energético.

De manera progresiva está prevista la sustitución de luminarias en los túneles de Belate y Almandoz, de forma que desde finales de 2018 se han cambiado un total de 358 luminarias en siete túneles de la N-121-A y en los dos túneles de Ezkaba de la carretera PA-30.

El Gobierno de Navarra recuerda su apuesta desde 2015 por la conversión de la N-121-A en una vía 2+1, vías donde, según diferentes estudios internacionales, la accidentalidad es semejante a la de las autopistas.