donostia - Un recordatorio colocado por los familiares de Alberto Sololuze y Joaquín Beltrán a la entrada del vertedero refleja la sensación de desazón y, a la vez, de esperanza por hallar sus restos que experimentan sus allegados: una caja con dos plantas y dos makilas situado en un macetero. Un pequeño homenaje. Hoy se cumplen 17 días desde la tragedia, mientras que los equipos de rescate van ganando terreno al desastre y exploran nuevas zonas.

El Gobierno Vasco informó ayer que la búsqueda de los dos operarios sepultados en el vertedero de Zaldibar se ampliará “en las próximas horas” a nuevos puntos de localización gracias a los trabajos de estabilización que se están llevando a cabo, después de una nueva reunión técnica efectuada ayer para evaluar el dispositivo. A la sesión de trabajo específica del equipo de emergencias responsable de la búsqueda asistieron el lehendakari, Iñigo Urkullu, la consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, el viceconsejero de Seguridad, Josu Zubiaga, el director del Emergencias, Pedro Anitua, y técnicos de intervención y gestión de emergencias.

En la reunión analizaron y evaluaron las obras de estabilización y seguridad del vertedero que se están llevando a cabo y que por el avance alcanzado “permitirán en las próximas horas actuar progresivamente sobre nuevos puntos de localización de los cuerpos de los dos trabajadores desaparecidos”.

Diecisiete días después de que el vertedero colapsase, el pasado 6 de febrero, las labores de búsqueda de los dos trabajadores sepultados, Alberto Sololuze y Joaquín Beltrán, se trasladaron ayer a la denominada zona B2 de rescate, después de que se haya dado por finalizado el rastreo en la zona B1.

En la mañana de ayer se extrajeron unas 2.000 toneladas de residuos de la primera zona donde se buscaba a los desaparecidos, en el lado izquierdo de la lengua del desprendimiento, la más cercana a la autopista, y, ante la inestabilidad del terreno se decidió suspender la búsqueda y trasladarla a la segunda zona, hasta que esta primera vuelva a ser estabilizada por los técnicos.

La maquinaria empleada se ha desplazado al lado derecho de esa lengua de residuos, la llamada zona B2, que es en la que quedaron los coches de los empleados del vertedero que fueron arrastrados en el desprendimiento de tierras y donde los especialistas sospechan que pudieran estar los cuerpos.

Los materiales de tierra y residuos extraídos hasta ahora son cribados en una cantera cercana para descartar que en los mismos se hallen los restos de los dos trabajadores.

nueva protesta en eibar Entre tanto prosiguen las labores de búsqueda de los desaparecidos, y en Bilbao han aparecido pintadas que reclaman el rescate de los cuerpos de Joaquín y Alberto, mientras que en Eibar se llevó a cabo una kalejira con el mismo fin y para exigir que se garantice la salud de los vecinos.

Los habitantes de las localidades de Eibar, Ermua y Zaldibar mostraron su intención de seguir limitando sus rutinas por miedo a las emanaciones del vertedero siniestrado, pese a la retirada de la alerta sanitaria sobre la calidad del aire que respiran. La sensación de incertidumbre se ha apoderado de la zona.

Desde que hace ocho días el Gobierno Vasco recomendó a los más de 45.000 vecinos de estas tres localidades vascas que no airearan sus viviendas ni hicieran ejercicio intenso al aire libre por la alta concentración de toxinas y furanos en la atmósfera, la vida de muchos de estos residentes se ha visto alterada y pese a los llamamientos a la normalidad y los datos tranquilizadores de los últimos análisis, que apuntan a una mejoría de la calidad del aire, la desconfianza sigue flotando en el ambiente.

“No sé qué pasará en carnaval, pero estoy seguro de que no van a ser los carnavales de otros años. La gente tiene un poco de miedo. En estas fechas, los restaurantes en Ermua se suelen llenar y se han registrado cancelaciones”, explicó Aitor Rupérez, presidente de la Asociación de Comerciantes y Hosteleros.