La concentración de protesta organizada durante la tarde de ayer en el exterior del teatro Coliseo hacía presagiar que la charla organizada para las 19.00 horas por el Gobierno Vasco con el objetivo de informar y explicar a la ciudadanía eibarresa la labor que está llevando a cabo tras el trágico derrumbe en el vertedero de Zaldibar iba a resultar, cuando menos, intensa. Y así fue.

Las explicaciones y los esfuerzos de los responsables institucionales por trasladar un mensaje de tranquilidad no consiguieron convencer a buena parte de las 500 personas que abarrotaron el recinto y que dejaron de manifiesto su indignación ante un suceso por el que pidieron "saber toda la verdad" y "responsabilidades".

Sea como fuere, el acto comenzó con una breve presentación en la que el alcalde de Eibar, Miguel De los Toyos, recordó a Alberto y Joaquín, los dos trabajadores del vertedero que desde el pasado día 6 de febrero siguen sepultados bajo los escombros, y continuó con representantes de diferentes departamentos del Ejecutivo autonómico (Salud, Medio Ambiente, Emergencias...) tomando la palabra.

Para empezar, el secretario general de Lehendakaritza, Jesús Peña, explicó la labor que está llevando a cabo el comité técnico de seguimiento desde que se constituyó el pasado jueves con el triple objetivo de "incrementar la coordinación, mejorar la información manteniendo un encuentro con los medios de comunicación tras cada una de las reuniones e incrementar la rapidez en la capacidad de acción".

Peña subrayó que desde la constitución del comité técnico las prioridades han sido "el rescate y la búsqueda de los desaparecidos, garantizar la seguridad de las personas que participan en la búsqueda y la salud pública de quienes viven en los municipios del entorno". Ese último punto exigía apagar el incendio originado en el vertedero, algo que se ha conseguido tras habilitar las vías de acceso y "en apenas tres o cuatro días, bastante antes de lo inicialmente planteado".

A continuación tomó la palabra el responsable técnico de Emergencias, Gaizka Etxabe, quien explicó brevemente las diferentes fases del proceso "para encontrar a Alberto y Joaquín y entregarlos a sus familias".

Y así le llegó el turno a la viceconsejera de Medio Ambiente, Elena Moreno, que recordó que el dispositivo de control ambiental se puso en marcha "de manera inmediata, nada más producirse el desprendimiento", por lo que "la calidad del aire y del agua en las localidades afectadas ha estado controlada en todo momento".

Además, explicó que el de Zaldibar "es un vertedero de residuos no peligrosos" y que "el único vertido tóxico que hay en el mismo es uralita"; un material que "la legislación permite depositar en este tipo de vertederos".

La viceconsejera de Medio Ambiente también quiso dejar bien claro que "en los laboratorios móviles se ha medido el amianto en todo momento y ninguna muestra ha dado positivo en fibra de amianto".

A partir de ahí fue el público asistente el que tomó la palabra. Y lo hizo para mostrar su indignación por la situación que se vive en la ciudad desde el trágico suceso de Zaldibar.

malestar en el ambiente La primera ciudadana que intervino tras los representantes institucionales criticó que "tenía que venir la Real a jugar a Eibar para enterarnos de que estamos respirando mierda".

Otra lamentó la falta de autocrítica de las instituciones "porque nos pica la garganta, nos duele la cabeza y ahora va a parecer que estamos en los Alpes", y una tercera se cuestionó "cómo es posible que nos digan que no existe riesgo para la salud cuando dicen que es mejor no ventilar nuestras casas y no hacer deporte, se suspenden los actos del carnaval y la UPV recomienda a las embarazadas no venir a Eibar". "¿Y qué pasa con las embarazadas de Eibar?, se preguntaba esta ciudadana antes de que otra continuara con el turno de intervenciones poniendo en duda "la ética del consejero Arriola, que no dimite cuando hay dos muertos y 50.000 personas afectadas", acusando a las instituciones de estar "mintiéndonos" y echando en falta entre los ponentes "a los dueños del vertedero, que tenían que estar aquí para saber la mierda que han estado vertiendo".