el día amaneció gris, con amenaza de lluvia. De hecho, cayó algún que otro chaparrón. Pero quien más y quien menos sabe hace falta mucho más que eso para aguar esta fiesta. Txakolin Eguna reunió ayer en Getaria a cientos de personas ansiosas por probar los últimos caldos.

2019 ha sido un año "bastante raro" para la cosecha de la uva. Lo recordó ayer el presidente de la Denominación de Origen Getariako Txakolina, Emilio Ostolaza. La climatología no ha acompañado: "La primavera fue muy fría. Esto supuso un cuajado irregular de la floración, al igual que en 2018, y por ello, ha habido una cosecha menor que lo habitual".

El estado sanitario de la uva ha sido "bueno": "No ha habido ataques significativos de Mildiu (hongo de la vid), únicamente los habituales de nuestra zona, a los que los viticultores ya están acostumbrados y en alerta", explicó Ostolaza y añadió que por todo ello, se ha conseguido lograr un txakoli "aromático, fino y elegante", con 11,5 grados, manteniendo la tipicidad de la variedad principal Ondarrabi Zuri.

Las 33 bodegas inscritas en la cosecha de 2019, de las que once están ubicadas en Getaria, siete en Zarautz, tres en Aia y el resto en diversos municipios del territorio, se han nutrido de la uva que 150 viticultores han cultivado en 436 hectáreas.

La producción ha sido prácticamente igual a la cosecha de 2018, con 3.400.000 kilos de uva, de los que saldrán al mercado cerca de 3.100.000 botellas. La variedad Ondarribi Zuri sigue siendo la más producida en un 95% del viñedo y Ondarrabi Beltza se encuentra en un 3%, mientras que el 2% restante se corresponde a otras variedades blancas admitidas.

En cuanto a la exportación, "el txakoli es cada vez más apreciado en el exterior". En la pasada temporada entraron en el mercado de Japón y "cada vez son más los ciudadanos que se animan a probar este producto de primera calidad en el extranjero". El 65% del txakoli viaja a EEUU, un 10% a Francia, un 5% a Reino Unido y un 5% a Japón. El 15% se reparte en otros países.

Aunque la exportación sigue subiendo, su mercado principal es, sin duda alguna, Gipuzkoa y resto de Euskadi. Todo ello quedó claro en el día de ayer. Las calles de Getaria se abarrotaron de gente y la carpa que colocaron en el frontón de la villa quedó pequeño.

El acto de presentación del nuevo txakoli empezó con la txalaparta de 3 taula txalaparta.

mahasti jaun Asimismo, como en años anteriores, se rindió homenaje a dos personas que hayan realizado una labor a favor de la gastronomía, la cultura vasca y el txakoli. Los afortunados fueron el cocinero Ander Gonzalez y la nutricionista Gabriela Uriarte, conductores del programa A bocados de ETB2. Uriarte no pudo estar presente en la cita pero, Gonzalez reconoció que este reconocimiento es un honor porque "sabemos lo importante que son nuestros productos y también donde grabar nuestro programa". Como hostelero, quiso subrayar la gran labor que hacen las bodegas y que aunque hace años defender el txakoli era tarea difícil, dejó claro que ahora, son los mismos comensales los que se adelantan a pedir.

Como tradición, los dantzaris txikis de Gure Txeru bailaron el aurresku y la fiesta estalló en Getaria.

Los responsables de las 21 bodegas participantes en esta iniciativa (Agerre, Aizpurua, Akarregi-Txiki, Ameztoi, Arbela, Basa-Lore, Blai, Elkano, Flysch, Gaintza, Gañeta, Sagarmiña, Talai- Berri, Txomin Etxaniz, Ulacia, Urki, Zudugarai, Hiruzta, Katxiña, Mokoroa, Rezabal) y los representantes de la Diputación Xabier Arruti, Iker Goiria junto a los miembros del Gobierno Vasco Bittor Oroz y Peli Manterola y el alcalde de Getaria, Haritz Alberdi, entre otros, brindaron con la nueva cosecha.

Cerca de 1.500 botellas se bebieron durante todo el día en Getaria. Todos los que se desplazaron hasta la villa pudieron adquirir a cambio de seis euros, una copa y cinco txakolines para consumir. En esta jornada de presentación de la nueva cosecha, además del txakoli hubo durante todo el día, una variedad de actividades de diferentes índoles. Pero, sin duda, el caldo se proclamó, una vez más, protagonista.