la Alubia Mágica es una administración de lotería con solera. Es la administración número 1 de Tolosa, municipio en el que echó a andar el 14 de abril de 1929 de la mano de Emilia Remón.

Situada en pleno corazón de Tolosa, el nombre de la administración rinde homenaje al producto estrella de la zona, la alubia, en este caso mágica; bendecida con la magia de los premios que ha ido repartiendo a lo largo de sus 90 años de andadura.

La Alubia Mágica ha cambiado de manos, pero poco. En 1956 fue María Teresa, hija de Emilia Remón, quien tomó las riendas del negocio y ya el 4 de febrero de 1972 Txomin Oñativia, padre de María Jesús y Maite Oñativia, actuales gestoras de la administración, se hizo con su titularidad.

"Hemos dado muchos premios a lo largo de este tiempo, pero seguro que este año en Navidad El Gordo cae aquí", aseguran las hermanas Oñativia, que no se atreven a vaticinar cuál será el número agraciado.

A lo largo de estos años María Jesús y Maite Oñativia han sido testigos de importantes cambios, algunos de ellos vinculados a las nuevas tecnologías. "En 2005 hicimos una reforma importante y creamos la mascota de la administración y su página web", explican. Y, ¡casualidad!, las mascota no podía ser otra cosa que una lozana babarruna con txapela.

Se sigue vendiendo, y mucho, en ventanilla, pero la web ha hecho posible que esta ventanilla se amplíe y, afirman, "vendemos mucho fuera".

Aunque la imagen de la lotería de Navidad sigue estando vinculada al décimo, poco a poco las cosas están cambiando y cada vez se vende más "por la máquina", que imprime esas papeletas azules y blancas a las que habrá que irse acostumbrando, porque han llegado para quedarse. "Todo ha cambiado una barbaridad, también la manera de vender", apostillan.

Reconocen que "antiguamente" cuando a algún cliente le tocaba un premio era más frecuente que les hicieran un regalito. "Ahora todo es más anónimo, van al banco y no sabes a quién le ha tocado. Aunque de vez en cuando sí nos llega algún regalo o nos dan una propina para que nos vayamos a cenar", explican.

Lo que no ha cambiado, e incluso según reconocen "ha ido a más", es el tema de las manías con los números. "Ahora con las nuevas tecnologías se puede localizar dónde está el décimo. Nosotras a diario hacemos envíos a toda España de números que la gente ha soñado, que coinciden con las fechas de nacimiento de sus hijos e incluso con fallecimientos".

Leales al mismo número Otra cosa que tampoco cambia es la lealtad de algunas personas a un número en concreto. "Hay muchos números abonados. Incluso hay nietos que vienen a comprar el mismo número que ya compraban sus abuelos. El abono a ese número va pasando de generación en generación y hay números que llevan en la familia 60 años", coinciden en señalar las hermanas Oñativia.

Pese a todos los avances de la tecnología y el sencillo acceso a los números desde una misma terminal, "todavía pasa" que se pida un número y esté ya agotado. "Se termina y no hay más. Para nosotras tampoco es agradable decir que no hay, porque precisamente en el sorteo de Navidad es tradicional compartir el mismo número en la familia, en la empresa o en la sociedad y si te quedas sin nada, pues te da mucha rabia. No podemos hacer nada, esto no se fabrica como las morcillas. Hay un número de décimos y ya está", apostillan.

Estas profesionales de la venta de lotería aseguran que siempre "procuran solucionar" el entuerto cuando un miembro de la familia o la empresa se queda sin su décimo, aunque lamentablemente "no siempre está en nuestras manos. A veces la gente lo comprende y otras no".

"Aquí no nos ha pasado, pero en otra administración ocurrió que tres compañeros de trabajo jugaban siempre al mismo número. Uno se jubiló y dejó de jugar y a los otros dos les tocó bastante dinero", explican para constatar que el destino guarda muchas sorpresas.

Siguiendo con las cosas que no cambian hay una frase que perdura en el tiempo: "No me des ese número tan feo". ¿Y cuáles son los números que la gente considera feos? Pues, según la experiencia de Maite y María Jesús Oñativia, "los que tienen muchos ceros o muchos números repetidos" aunque, añaden, "hay también gente a la que precisamente le gustan esos números".

"Últimamente hay gran demanda de números de fuera y procuramos surtirnos de lotería de muchos lugares. Hacemos intercambio con administraciones de muchas ciudades", explican.

Ese afán por hacerse con números de distintos lugares provoca situaciones cuanto menos curiosas. Ocurre que la Alubia Mágica intercambia números con otras administraciones. "Ellos venden nuestra lotería y nosotras las de ellos y a la gente le gusta cambiar. Pero ha pasado que clientes que han ido a Salou, han visto lotería de Tolosa y han cogido un décimo. Luego vienen aquí y compran el de Salou", constatan.

"La lotería de Navidad es muy, muy viajera", apuntan las loteras tolosarras, que aseguran que en este tradicional sorteo "juega todo el mundo". "En Navidad sí, aunque el resto del año los más jóvenes no juegan a la lotería, prefieren la Primitiva o el Euromillón que tienen premios muy grandes en el bote", puntualizan.

Maite y María Jesús Oñativia tienen claro que la terminación que más se pide es el número 13 "con diferencia". "Luego vendría el número siete y, en general, todos los números impares, como el cinco o el tres".

La otra cara de la moneda sería el número uno, que no gusta mucho, aunque el dos y el cuatro tampoco parecen tener muchos adeptos.

A la Alubia Mágica le ocurrió en una ocasión que se devolvió parte de los décimos de un número premiado, sin repartir todo el premio, aunque aseguran que "se procura vender lo que llega".

"En el sorteo de Navidad es una bolita lo que sale. Tiene la mismas oportunidades el 00001 que el número más bonito", coinciden en señalar las hermanas Oñativia.

Las loteras tolosarras quieren romper con el tópico que señala que "se juega más en época de crisis". "Nosotras durante la crisis notamos que bajó la venta, aunque ahora parece que otra vez se está recuperando".

Este año la venta va "ligeramente por encima" que la del año pasado, aunque no se puede saber a ciencia cierta hasta el último momento, "tras las devoluciones de última hora".

Un mensaje para quienes creen que no merece la pena jugar: "Que sepan que este año hasta los 20.000 euros el premio está exento de impuestos y a partir de ahí se retiene el 20%. Desde el uno de enero, serán 40.000 los euros exentos. Eso ya para lotería del Niño", lotería que ya han comenzado a vender, sobre todo a turistas.

Reconocen vivir el día del sorteo "con muchos nervios, expectación e ilusión de que toque" mirando la televisión y cruzando los dedos para que el 22 de diciembre todos los ojos y las cámaras miren a Tolosa, a la Alubia Mágica.