Los sondeos ya avisaban de que Elkarrekin Podemos acusaría la fractura de la izquierda en Euskadi. Pero los resultados electorales acabaron por confirmar el vaticinio: la formación morada se queda fuera del Parlamento Vasco.

La líder morada, Miren Gorrotxategi comenzaba ya el día con malos augurios. No encontraban su nombre en el censo. Un curioso paralelismo que se vio reflejado en las urnas, donde el electorado vasco se ha decantado por Sumar, en detrimento de la formación liderada por Gorrotxategi, que no estará representada en Gasteiz.  

El partido que irrumpió como un ciclón en Euskadi, alzándose como primera fuerza en las elecciones generales de 2015 y 2016 por delante del PNV (en votos en el primer caso, y en votos y escaños medio año después), ha acabado su periplo en la Cámara de Gasteiz con una noche electoral que, tal y como vaticinaban las encuestas, dejó su casillero a cero.

La experiencia de su candidata a lehendakari, Miren Gorrotxategi, la única junto a la aspirante de Vox que concurrió en las anteriores autonómicas de 2020, no ha sido bagaje suficiente para mantener su presencia parlamentaria. El auge de EH Bildu y su capacidad aglutinadora de la sensibilidad progresista y de izquierdas, por un lado, y el pecado original de competir con una Sumar con la que resulta prácticamente indistinguible, ha derivado en un resultado que compromete de forma seria el futuro de Elkarrekin Podemos en la CAV.

Los 23.679 votos cosechados en esta cita con las urnas suponen la confirmación de una tendencia a la baja progresiva pero inexorable.Ha logrado menos de un tercio de los votos logrados en las anteriores elecciones, en favor, sobre todo de Sumar, que ha rozado los 35.000, por lo que de no haber habido una pugna de la izquierda harían sumado más de 58.000 votos entre ambas. Muy lejos, sin embargo, de los resultados cosechados en 2020. Reflejo del desencanto del electorado con esa fractura.

Podemos tuvo un estreno fulgurante en las autonómicas en Euskadi en 2016, donde con 11 parlamentarios y 157.334 votos se erigió como principal referente de la izquierda no soberanista en la Cámara vasca, al desplazar a un PSE que se conformó con 126.420 sufragios y 9 escaños. 

La formación morada estaba entonces liderada en la CAV por Pili Zabala, hermana de una víctima de los GAL, en una época en la que se anunció el fin del bipartidismo en el Estado con Podemos y Ciudadanos como principales referentes. 

Una tendencia que empezó a declinar en las elecciones de la pandemia, las autonómicas vascas de julio de 2020, en las que Elkarrekin Podemos-IU se dejó por el camino casi la mitad de representación al obtener 6 actas y 72.133 papeletas, ya con Gorrotxategi al frente. La portavoz parlamentaria se erigió entonces como candidata a lehendakari tras imponerse a la aspirante del sector oficial, Rosa Martínez, ahora en Sumar junto al exlíder de Podemos Euskadi y actual diputado magenta Lander Martínez. 

En las primarias de 2020 contó además con el respaldo de un Pablo Iglesias que, tras su adiós a la primera línea política, volvió a participar en un mitin electoral precisamente en esta campaña, arropando a la cabeza de lista morada. Nada ha sido suficiente, no obstante, para lograr la supervivencia siquiera de este grupo parlamentario, que concurría ahora junto a la Alianza Verde de Juantxo López de Uralde.

‘Duro golpe’

Elkarrekin Podemos no escondió los malos resultados. Tan solo unos minutos después de finalizar el recuento de votos, su coordinadora general, Pilar Garrido asumió la derrota y aceptó que “son malos resultados, lo reconocemos, no hemos conseguido llegar a obtener la confianza que queríamos para empujar nuestro proyecto”.

Y es que subrayó que “es un duro golpe”, porque nuestro proyecto es muy necesario para el futuro de este país”. Sin embargo, Garrido dejó claro que Podemos seguirá adelante, a pesar de no estar representado en Gasteiz: “El camino no acaba aquí, sigue”, aseveró. “Tenemos concejales, concejalas, estamos presentes en muchos municipios, estamos en las juntas, en los tres herrialdes, en muchos sitios”, recordó. Así, sostuvo que el voto a Elkarrekin Podemos va a ser “importante para pelear, como hemos hecho siempre, para defender los derechos de la ciudadanía vasca”. “Lo vamos a seguir haciendo”, aseguró.

Garrido incidió en que estarán “en las instituciones y en las calles cambiando, intentando cambiar este país para que dentro de poquito seamos más fuertes, nuestro espacio sea más fuerte y podamos ofrecer a la ciudadanía un proyecto más sólido y más confiable”. Ya que “nuestro proyecto es imprescindible en este país”, zanjó.