Más allá de la voluntad que ya expresó de palabra el Gobierno vasco para mantener una relación normalizada con EH Bildu pese a su reciente enfrentamiento parlamentario en el pleno anticrisis, en el día a día se puede constatar con hechos que los puentes se mantienen entre ambas partes. Por un lado, el acuerdo que alcanzaron sobre los Presupuestos de este año y sobre las bases de la futura Ley de Educación los ata y los aboca a mantener encuentros de seguimiento, como el que mantuvieron este pasado martes en materia presupuestaria.

Por otro lado, con vistas al futuro, existen contactos para tantear el terreno de las leyes de país que tiene en cartera el Gobierno de Urkullu para este año. EH Bildu ya ha alentado en público la posibilidad de alcanzar un acuerdo sobre la Ley del Sistema Vasco de Garantía de Ingresos e Inclusión. La vicelehendakari segunda, la socialista Idoia Mendia, trabaja desde la discreción y no ha querido revelar los extremos de las conversaciones que está manteniendo, pero sí confía en que la ley se apruebe de manera inminente en Consejo de Gobierno y tenga una tramitación ágil en el Parlamento, más allá de la mayoría absoluta de PNV y PSE que basta para ratificarla.

"No hemos roto ningún puente con EH Bildu con independencia de los insultos contra el lehendakari", explican desde el entorno de Iñigo Urkullu a este periódico. Se refieren al choque que se produjo en el Parlamento Vasco, en el pleno sobre las medidas para afrontar las consecuencias de la guerra en Ucrania, donde el parlamentario Iker Casanova tildó al lehendakari de paracaidista por exponer su plan de medidas y, a su juicio, dinamitar el debate parlamentario.

El diálogo sigue, pero a nadie se le ocultan los recelos y la rivalidad entre dos formaciones que se disputan la hegemonía en las elecciones municipales y forales de 2023. Como dato significativo, ambas partes han coincidido en las últimas horas en asegurar que habrá acuerdos y desacuerdos. Esta dinámica coexiste en el tiempo con el diálogo que también mantiene el Gobierno vasco con Elkarrekin Podemos-IU. En paralelo, EH Bildu no renuncia a impulsar plenos monográficos como el de Ucrania, ahora con el reto demográfico, aunque admite que el Ejecutivo los lee con incomodidad como si tratara de marcarle la agenda.

LOS ENCUENTROS

Este martes, el Gobierno vasco y EH Bildu mantuvieron un encuentro de seguimiento sobre su acuerdo presupuestario. El encuentro lo hizo público el portavoz Bingen Zupiria en Euskadi Irratia, y fue confirmado por este periódico por fuentes de ambas partes. Tanto el Gobierno vasco como EH Bildu apelan a la discreción y no ofrecen detalles. La coalición abertzale no quiere tampoco entrar a precisar si su valoración es positiva o negativa sobre el grado de cumplimiento. Los encuentros no son algo novedoso, sino que eran un mecanismo contemplado en el acuerdo presupuestario con el consejero de Hacienda, Pedro Azpiazu, y es habitual en estos casos.

El sindicato ELA criticó en su momento este acuerdo, inédito desde la época de Lizarra y valorado en unos 250 millones, y en las últimas horas ha vuelto a apretar con la necesidad de actualizar los salarios. El pacto compromete al Gobierno a defender en los foros de diálogo un salario mínimo proporcional a la renta media, pero no suplanta la labor de los agentes sociales. También habrá reuniones de seguimiento para garantizar que las bases del pacto educativo se trasladen de manera fiel a la futura ley. El consejero Jokin Bildarratz espera tener el proyecto en octubre. Las bases se pactaron entre PNV, EH Bildu, PSE y Elkarrekin Podemos-IU.

Maddalen Iriarte confirmó en Euskadi Irratia que existen contactos sobre las leyes de país, y señaló la de RGI, donde ve aspectos interesantes. La reforma de la RGI, dentro de la Ley del Sistema Vasco de Garantía de Ingresos e Inclusión, recogerá subidas en las prestaciones para pensionistas y familias monoparentales y con hijos a cargo. EH Bildu ha avanzado que ve puntos positivos, pero quiere esperar hasta la aprobación en Consejo de Gobierno para ver las concreciones y realizar mejoras. Urkullu quiere aprobar igualmente otras leyes, como la de Cambio Climático, donde también hay ya diálogo.

DIÁLOGO TAMBIÉN CON ELKARREKIN PODEMOS-IU

El foco mediático está puesto sobre el diálogo con EH Bildu. Ha sido una novedad que en cuestión de un año se haya abierto una vía de acuerdos hasta ahora poco frecuentes, dentro de la estrategia de la coalición abertzale para buscar la centralidad. Pero Urkullu no quiere hacer distingos a favor de EH Bildu y mantiene y pone en valor también su canal con Podemos, con quien pactó las bases educativas, y las leyes Antipandemia, de Juventud e Igualdad.