El secretario general de Vox, Javier Ortega Smith, ha inaugurado este viernes la sede de su partido en Donostia, con lo que esta formación ya dispone de locales en las tres capitales vascas, donde espera "redoblar" su representación para denunciar la "falta de libertad" en Euskadi. La formación ultraderechista no ha dejado acceder a los periodistas al interior.

Los medios informativos no han podido acceder a las instalaciones del partido porque, según ha explicado el diputado y secretario general del partido, Javier Ortega Smith, estaba "llena de afiliados" y porque su formación es "de la calle".

Ortega Smith ha acudido a la nueva sede, ubicada en un edificio de la calle Federico García Lorca de Donostia, acompañado de la parlamentaria vasca Amaia Martínez y de los presidentes de Gipuzkoa y Bizkaia, Juan de Dios Dávila y Nico Gutiérrez respectivamente.

El dirigente de Vox ha inaugurado la sede y ha convocado a los medios de comunicación en el exterior para hacer declaraciones, tras un cordón policial de la Ertzaintza que protegía a los militantes de este partido de un grupo de personas que se había concentrado para increparles y protestar por su presencia.

Ortega Smith ha explicado que su intervención se ha celebrado en la calle y no en el interior de la sede -donde no habrían molestado los gritos de los manifestantes- porque Vox es un partido "de la calle", al que le gusta "confrontar ideológicamente con los totalitarios, con los comunistas, con la extrema izquierda, con los que desprecian a libertad", para "decir alto y caro" que son "libres".

Ha indicado que el Tribual Constitucional ha demostrado que en Euskadi "no hay democracia", al anular ese "cordón antidemocrático" que "el PNV, los proetarras de Bildu y sus socios podemitas y socialistas" habían impuesto a su parlamentaria vasca, "legítima representante democrática de los vascos".

También ha denunciado la falta de "libertad" que significa el pacto educativo que se debate en el Parlamento Vasco, porque significa, a su juicio, "una imposición totalitaria contra el español".

Mientras intervenía Ortega Smith, un grupo de varias decenas de personas, separada por un cordón de la Ertzaintza, ha proferido gritos e insultos contra los militantes de este partido, sin que se hayan registrado incidentes de gravedad.