- El teléfono vuelve a sonar. El cambio de ministros en el Gobierno español de Pedro Sánchez durante el mes de julio y el posterior paréntesis vacacional habían provocado un frenazo en su relación con el Ejecutivo vasco, un parón que ahora se ha reconducido con dos novedades. Por un lado, tras la marcha de la vicepresidenta Carmen Calvo, había quedado vacante la figura de coordinación que se encargaba de hacer seguimiento, junto al vicelehendakari Erkoreka, de la agenda vasca que abordó el lehendakari Urkullu con el presidente Sánchez en la reunión de enero. Era un segundo nivel de interlocución, inmediatamente inferior a Urkullu y Sánchez, y que podría intervenir en el caso de que el diálogo sectorial entre algún consejero y ministro se atascara. Tras un tiempo sin mover ficha, Sánchez ha designado para ese desempeño al ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, que ya ha mantenido alguna conversación con Josu Erkoreka. La designación de ese interlocutor general, que ya de por sí es un salto cualitativo, se ha visto acompañada, por otra parte, de las primeras reuniones con los ministros.

La nueva ministra de Justicia, Pilar Llop, se reunía la semana pasada con su homóloga vasca, Beatriz Artolazabal; y el responsable de Universidades, Manuel Castells, se citó ayer con Jokin Bildarratz. Con estos movimientos, el Gobierno Vasco cree que se ha reactivado la negociación con el Gobierno español. Estos movimientos se producen una vez retomado el curso político, pero también coinciden con la negociación de los presupuestos estatales para el próximo año, donde Sánchez necesita los seis votos del PNV en el Congreso de los Diputados. Según las fuentes consultadas por este periódico, cada consejero está tratando de reactivar con el ministro correspondiente los compromisos de su área. Habrá más encuentros sectoriales. Esta era la demanda que planteaba el Gobierno Vasco durante el verano, tal y como informó este periódico, aunque se espera mayor concreción sobre asuntos como el traspaso de las competencias, donde el Ejecutivo de Urkullu cree que ha llegado el momento de los hechos. Faltan 27 traspasos.

Queda por concretar una reunión de alto calado político: la que tiene pendiente la consejera de Autogobierno, Olatz Garamendi, con la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, para reactivar la negociación de las transferencias pendientes en el Estatuto de Gernika. Garamendi ultima una fecha. La negociación quedó en dique seco tras la transferencia de cuatro materias entre las que se encontraba el histórico traspaso de las Prisiones. Se han cruzado algunas impresiones generales sobre los traspasos de inmigración, trenes de cercanías y ordenación del litoral, pero sin rematar ningún acuerdo. Sobre el traspaso del Ingreso Mínimo Vital, la llave la tiene el ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá, empeñado en que el Estado se reserve el control y el pago de esta ayuda.

El consejero de Hacienda, Pedro Azpiazu, amarró antes del verano varios compromisos estratégicos con la ministra Montero sobre la concertación de impuestos y la gestión de los fondos europeos (aseguró los primeros 500 millones), pero tiene la intención declarada de profundizar este otoño. En paralelo, queda pendiente la licitación de las obras de soterramiento del Tren de Alta Velocidad en su entrada a Bilbao y Gasteiz, donde el PNV exige movimientos a Raquel Sánchez.

Las figuras de Bolaños y Erkoreka están reservadas para la coordinación de estos compromisos o, si acaso, en el supuesto de que alguno se atascara, podrían intervenir. No haber designado a nadie se hubiera interpretado como un gesto de desidia de Sánchez. Al presidente español, por otra parte, también se le exige mayor implicación e impulso político. El PNV lleva meses exigiendo que se ponga las pilas con el IMV y haga cumplir lo pactado a Escrivá. Sánchez se ha centrado estas semanas en realizar anuncios más agradecidos para su gobierno ante la opinión pública, como el incremento del salario mínimo. En paralelo, el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, volvió a reconocer ayer que, como publicó este periódico, ha tenido los primeros contactos sobre los presupuestos con el Gobierno español, pero apostó por la discreción y aclaró que queda un buen trecho.

La próxima semana. El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, ha anunciado su intención de llevar a cabo una ronda con los partidos a partir del próximo lunes. Sondeará a los grupos sobre el Consejo General del Poder Judicial y los presupuestos estatales del próximo año. Bolaños se ha definido en público a sí mismo como un hombre de pactos, y su prueba de fuego llegará en los próximos días con el desbloqueo o no de algunas cuestiones varadas con el PNV.