El president de la Generalitat, Pere Aragonès, ha decidido este martes dejar fuera de la mesa de diálogo entre gobiernos a Junts -después de que estos propusieran llevar a este espacio a miembros de su partido que no pertenecen al Govern-, aunque deja la puerta abierta a que en las próximas 24 horas cambien los nombres que han propuesto y los incluirá en la delegación para un espacio de negociación que se celebrará el miércoles por la tarde.

"No pienso permitir que se pierda esta oportunidad histórica", ha dicho en una rueda de prensa después de que este mismo martes por la mañana, cuando tenía que empezar el Consell Executiu que ratificara los miembros de la delegación catalana, Junts anunciara una lista con miembros externos al Govern, concretamente: el vicepresidente del Govern, Jordi Puigneró; el secretario general de Junts, Jordi Sànchez; el vicepresidente del partido y exconseller, Jordi Turull; y la líder de Junts en el Congreso, Miriam Nogueras.

El president ha explicado que, tras la negativa de Junts a cambiar esos nombres, han firmado un acuerdo de Govern que recoge que él mismo junto con la consellera de Presidencia, Laura Vilagrà, y el conseller de Empresa y Trabajo, Roger Torrent, serán la comitiva, pero se abre a incluir de nuevo a miembros de Junts con una condición: "La delegación tiene que ser de Govern, porque es la forma de representar al país entero. La puerta está abierta".

En cualquier caso, Junts ya ha confirmado que mantendrá los nombres que ha propuesto para la mesa de diálogo pese al rechazo del president Pere Aragonès y de la parte de ERC del Govern, porque considera que ese rechazo responde a "presiones de Madrid".

"La Ejecutiva de Junts ha acordado una delegación de máximo nivel institucional y político para la mesa de diálogo, donde se tiene que negociar sobre el conflicto político", han expresado en un comunicado.

Posteriormente, Jordi Sànchez ha dicho en rueda de prensa que sería "una mala praxis aceptar de entrada las exigencias que el Gobierno plantea".

Los de Junts defienden que la delegación es "mixta Govern-partido", como lo había sido durante el mandato del expresidente Quim Torra, cuando los republicanos llevaron a miembros como su actual portavoz del Parlament, Josep Maria Jové, que no era miembro del Ejecutivo.

Por eso no comparten el enfado de sus socios de Govern que, por boca de su presidente, les han reprochado no estar cumpliendo el pacto que sellaron antes de su investidura, que aseguran que fija que los miembros de las dos delegaciones, ahora sí, deben sentarse en la mesa del Consell Executiu.

Además Junts ha recordado que la secretaria general adjunta y portavoz de ERC, Marta Vilalta, había abierto al puerta a que el presidente de ERC, Oriol Junqueras, también formara parte de la comitiva; aunque los republicanos ya habían descartado esa opción.

Sobre las criticas del presidente por haber hecho públicos los nombres justo antes de comenzar la reunión del Consell Executiu donde debían acordarse y ratificarse, los de Carles Puigdemont aseguran que Sànchez se lo ha comunicado al presidente Aragonès "una vez acabada la ejecutiva" del partido.

"Es Moncloa quien rechaza la delegación de Junts. No aceptamos presiones de Madrid, porque la parte catalana de la mesa se decide en Cataluña", ha concluido Junts, que siempre ha sido crítico con el espacio de diálogo con el Gobierno español.

La ministra de Política Territorial y Portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, ha confirmado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que el Gobierno no se habría sentado en la Mesa de Diálogo con Catalunya si esta estuviera integrada por personas que no formaran parte del Govern.