- El Foro Social pide verdad y justicia para esclarecer las desapariciones forzadas en la comunidad autónoma vasca y Nafarroa, un total de siete personas sobre las que todavía, a día de hoy, no se tiene ni rastro, y que pudieron caer víctimas a manos de muy diversos agentes que se han servido de la violencia. En puertas de que este lunes 30 se conmemore el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, una jornada que se instauró bajo el auspicio de Naciones Unidas, el Foro Social vuelve a poner sobre la mesa las víctimas de una práctica que generaba inseguridad no solo a los parientes próximos, sino a la comunidad en general como forma de infundir terror.

El Foro Social menciona a los tres jóvenes gallegos residentes en Irun, José Humberto Fouz, Jorge Juan García y Fernando Quiroga, que desaparecieron en 1973 cuando cruzaron la muga hacia Iparralde para pasar un día de asueto (según crónicas de la época, ETA pudo haberlos confundido con policías españoles), ? Eduardo Moreno Bergaretxe Pertur, desaparecido en Behobia en 1976 (se habló de grupos parapoliciales españoles, pero también de un ajuste de cuentas entre las facciones de ETA en un momento en que Pertur abogaba por la política), Tomás Hernández, desaparecido en Hendaia en 1979 (según crónicas de la época, presenció la muerte a tiros por un expolicía del refugiado Peru Larrañaga), José Miguel Etxeberria Álvarez Naparra, desaparecido el 11 de junio del año 1980 (era miembro de los Comandos Autónomos Anticapitalistas), y Jean Louis Larre, desaparecido en 1983 (miembro de Iparretarrak).

Estos son los casos documentados, pero el Foro Social añade otros vividos por personas que fueron hechas desaparecer, y finalmente fueron encontradas: Jesús Martínez y Jesús María González, policías españoles desaparecidos el 4 de abril 1976 a las puertas de un cine de Hendaia y hallados en 1977; Bernardo Bidaola Atxega Txirrita, hallado muerto en 1976 y cuya autopsia ponía en duda la versión del suicidio; Joxean Lasa y Joxi Zabala, secuestrados y asesinados por los GAL;? Mikel Zabalza, encontrado muerto en el río Bidasoa tras su detención en Intxaurrondo en 1985; y Jon Anza, quien apareció en la morgue de Toulouse después de que su desaparición fuera denunciada públicamente y de que ETA culpara de esta a los estados español y francés.

El Foro Social concluye que “todas las víctimas tienen derecho a la verdad, a la justicia y a la reparación”. “A igual vulneración, igual debe ser el reconocimiento”, dijeron en una rueda de prensa en Donostia los portavoces Tasio Agirrezabalaga y Nekane Altzelai. “El dolor y el sufrimiento que generan el desconocimiento del paradero y de las circunstancias de la desaparición son tremendos y muy difíciles de sanar. Así nos lo han comunicado en diversidad de ocasiones muchas víctimas de desapariciones forzadas. Dotar a estas víctimas y a sus familiares de la verdad que les corresponde es imprescindible”, dijeron, para añadir que es responsabilidad de la sociedad vasca y sus agentes institucionales y políticos.

Desde este colectivo aseguraron que todas estas víctimas “merecen verdad, justicia, reconocimiento, reparación y garantías de no repetición”. “Porque solo así será posible continuar avanzando en la construcción de la convivencia democrática”, alentaron.

Siete sin encontrar. Los gallegos residentes en Irun, José Humberto Fouz, Jorge Juan García y Fernando Quiroga (ETA pudo confundirlos con policías españoles); Eduardo Moreno Bergaretxe Pertur (muerto por grupos parapoliciales o un ajuste de cuentas en ETA), Tomás Hernández, José Miguel Etxeberria Álvarez Naparra, y Jean Louis Larre son los casos.

“El dolor que genera el desconocimiento del paradero es muy difícil de sanar”

Nota de prensa