- El acercamiento del histórico preso de ETA Unai Parot ha sido la justificación para que el líder del PP, Pablo Casado, vuelva a cargar contra el presidente del Gobierno español y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, a quien acusa de pagar el apoyo de EH Bildu en el Congreso con el traslado de los presos de la banda a cárceles de Euskal Herria o próximas, aunque los reclusos no hayan pedido perdón.

El pasado viernes, Instituciones Penitenciarias, organismo dependiente del Ministerio del Interior, anunció que Parot, actualmente en la cárcel de Cádiz, será trasladado al centro penitenciario de León. Además de él, el departamento dirigido por Fernando Grande Marlaska tomó la decisión de mover a otros cinco presos: de Cádiz a Iruñea al exdirigente de la banda José María Dorronsoro; a Idoia Mendizabal y Jon González, que son pareja y tienen un hijo de tres años se les trasladará también a Iruñea, en este caso procedentes de Valencia; Lorenzo Aiestaran dejará la cárcel de Alicante para seguir cumpliendo condena en Soria, prisión a la que también será trasladado Óscar Zelarain procedente de Castellón.

A través de su cuenta de Twitter, Casado reprobaba el acercamiento a Euskadi de Parot, encarcelado hasta ahora en la prisión más alejada de Euskal Herria, a 1.000 kilómetros, y señalaba, en referencia al preso de ETA, que es "asesino de 39 inocentes entre ellos niños y el padre de mi compañero, Jaime Mateu". "Ni condenan a ETA ni piden perdón, pero Sánchez sigue pagando su apoyo a Bildu", denunciaba Casado.

El pasado martes en su intervención ante la Junta Directiva del PP, el mayor órgano de dirección de la formación entre congresos, Casado defendió que los populares sigan denunciando el terrorismo, pues a su juicio "la derrota definitiva de ETA será cuando no haya ninguna contraprestación a aquellos que no condenan la violencia".

Unai Parot ingresó en ETA de la mano de Txomin Iturbe Abasolo en 1978. Bajo la dirección del entonces máximo responsable de la organización, lideró un comando "itinerante" denominado Argala. Este comando estaba formado íntegramente por ciudadanos de Iparralde, lo que les permitía moverse con cierta libertad, sin levantar sospechas, por todo el Estado español.

Según las sentencias judiciales, este comando perpetró 22 atentados en los que murieron 38 personas y resultaron heridas más de doscientas, sobre todo militares y guardias civiles. Entre estos atentados destacan el cometido contra la casa cuartel de Zaragoza el 11 de diciembre de 1987 que causó once muertos (entre ellos cinco niñas) o el realizado el 29 de enero de 1984 en Madrid en el que resultó muerto Guillermo Quintana Lacaci. El teniente general era el capitán general de Madrid cuando la intentona golpista del 23 de febrero de 1981. Entonces ordenó mantener acuartelada la División Acorazada Brunete.

Unai Parot fue detenido el 2 de abril de 1990 en Sevilla, conduciendo un coche cargado de explosivos con el que pretendía atentar contra la Jefatura de Policía de la capital andaluza, tras intentar sobrepasar un control rutinario de la Guardia Civil con cuyos agentes sostuvo un tiroteo hiriendo a dos de ellos.

Le fueron imputados 82 asesinatos, que le supusieron 26 sentencias condenatorias con las que sumó cientos de años de prisión.

En 2006 el preso de ETA dio nombre a la llamada doctrina Parot, con la que el Tribunal Supremo dio respuesta a un recurso presentado por este recluso. Según el Supremo, la reducción de penas por beneficios penitenciarios se aplicaba respecto a la pena total y no respecto al máximo legal permitido de permanencia en prisión que, según el entonces vigente Código Penal, era de 30 años.

En 2013, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos dio la razón a Inés del Río que recurrió la aplicación de la doctrina Parot. Aquella sentencia europea fue la puntilla para el sistema judicial español y decenas de presos de ETA fueron excarcelados al haber cumplido con creces su condena.

En este contexto, el pasado viernes, cuando se anunció el último acercamiento de presos, la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) denunció a través de un comunicado que con la decisión de Interior de acercar a Parot eran ya 25 los presos de ETA que cambian centro penitenciario sin contar con la propuesta favorable de las juntas de tratamiento de cada prisión.

En el comunicado, la AVT aseguraba que el propio ministro del Interior, Grande-Marlaska, "en numerosas ocasiones ha justificado los acercamientos en que se realizaban a propuesta de las juntas de tratamiento de las prisiones". Sin embargo, insistía, "ya son 25 los casos en los que esto no es así y se han hecho sin esta propuesta o incluso en contra del criterio de las juntas de tratamiento". "Este cambio se empezó a producir en el mes de noviembre pasado y desde entonces viene siendo una práctica habitual cada semana", apuntaba la nota.

Según aseguraba la Asociación Víctimas del Terrorismo, desde la llegada de Sánchez a Moncloa a mediados de 2018, se han aprobado 198 traslados que se corresponden a 169 presos de ETA. A Euskal Herria se han autorizado 47, once de ellos por tercer grado y 6 por enfermedad. Del total de acercamientos, 75 presos tienen delitos de sangre, sumando -dice la AVT- 240 víctimas en 167 atentados.