El Ayuntamiento de Donostia colocará este sábado, a la altura del número 22 de la avenida Sancho el Sabio, dos placas en memoria de dos víctimas de los Comandos Autónomos Anticapitalistas. Se trata de Enrique Cuesta y Antonio Gómez, asesinados a tiros hace 39 años por dos individuos que les esperaban cerca de las oficinas de Teléfonica.

Cuesta, que murió en el acto, era delegado provincial de la que en aquella época se conocía como Compañía Telefónica Nacional de España, mientras que Gómez, que falleció a los cinco días, era policía nacional y su escolta.

Enrique Cuesta era, además, el padre de Cristina Cuesta, que en 1986 promovió la creación de la Asociación por la Paz de Euskal Herria, la primera organización civil que comenzó a concentrarse en la calle después de cada atentado mortal de ETA.

En rueda de prensa tras la Junta de Gobierno municipal, el alcalde donostiarra, Eneko Goia, dio cuenta de la iniciativa, que tiene como objetivo recuperar la memoria y visibilización en el espacio público de aquellas víctimas de motivación política que perdieron la vida" en la ciudad.

Con este acto, serán 11 las placas que el Consistorio habrá colocado en la ciudad dentro de la iniciativa impulsada desde la pasada legislatura para dar visibilidad en el espacio público a las víctimas del terrorismo y la violencia política. Será "un sencillo homenaje de reconocimiento" en el que participará el alcalde y representantes de los grupos municipales del Ayuntamiento.

Hasta el momento, se han colocado placas en los lugares en los que fueron asesinados Juan María Araluce, José María Elícegui Díez, Antonio Palomo Pérez, Luis Francisco Sanz Flores, Alfredo García González, Gregorio Ordoñez, Francisco Martín González y Fernando Múgica Herzog, asesinados todos ellos por ETA; y Begoña Urroz Ibarrola, asesinada por el DRIL.