- Ni un solo plato se rompió ayer al término de la ronda de contactos del lehendakari con la oposición. Iñigo Urkullu cerró con EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU su agenda de reuniones, la segunda ronda abierta desde que en noviembre prometiera mantener una relación fluida cada cuatro meses con los grupos a pesar de que se baste con la mayoría absoluta de PNV y PSE para aprobar iniciativas en el Parlamento Vasco. En una valoración final con la que el Gobierno Vasco evitó romper la baraja con ningún grupo y vio disposición generalizada al acuerdo, se desveló también que el lehendakari se plantea reforzar este diálogo y abrir nuevos cauces más allá de las reuniones cada cuatro meses, lo que supone una muestra de voluntad para ponérselo fácil a quien quiera acordar y recoger el guante de unos partidos que no veían disposición al pacto. Estos días ha vuelto a acudir a las reuniones con documentos de coincidencias con cada una de las formaciones para dotar de contenido al diálogo. Al otro lado de la mesa, Urkullu solo ha recibido el portazo de la única parlamentaria de Vox sobre un total de 75 asientos, porque decidió no acudir a la reunión. La disposición más explícita llegó por boca de Elkarrekin Podemos-IU, donde se declararon “esperanzados”, pero con “cautela”. Una tenue luz vuelve a vislumbrarse tras la puerta del grupo que fue el único en negociar las cuentas de este año, aunque fue un diálogo fallido. La duda ahora radica en si la bombilla volverá a apagarse.

Urkullu quiso trasladar que la puerta sigue “abierta”. El Gobierno Vasco va a buscar una relación más directa para abordar medidas y leyes concretas, con un diálogo y una dinámica de trabajo entre cada departamento y los partidos, para profundizar más allá del compromiso general y político que se puede abordar con el lehendakari en estas reuniones cada cuatro meses. Será al bajar al detalle de cada tema cuando se demuestre si hay voluntad de acuerdo. La oposición volvió a decir ayer que hasta la fecha no ha existido voluntad en el Ejecutivo.

El portavoz del Gobierno Vasco, Bingen Zupiria, esgrimió que en los seis meses de legislatura ya ha habido acuerdos sobre 26 proposiciones no de ley. Según dijo, la voluntad del lehendakari es seguir avanzando y “favorecer la colaboración en una legislatura complicada” con una crisis sanitaria y la necesidad de sentar las bases para la recuperación económica. “Aunque el Gobierno cuente con mayoría absoluta, es ineludible y obligación del Gobierno buscar una colaboración mayor”, dijo. El portavoz buscó en todo momento un tono conciliador, y dijo que las conversaciones “indican una voluntad de llegar a acuerdos por parte de todos” los partidos o, al menos, para intentarlo. El Gobierno Vasco viene de ofrecer acuerdos como un incremento en la prestación complementaria de vivienda hasta los 275 euros al mes, aunque Elkarrekin Podemos no valoró esos gestos y se desmarcó de los presupuestos.

Zupiria no quiso decantarse por ningún grupo, aunque Elkarrekin Podemos-IU hizo la lectura de que Urkullu ha recogido el guante de Miren Gorrotxategi y va a trasladar a los consejeros esta apuesta por redoblar los contactos. Desean un punto de inflexión. En este debate sobrevuela la inestabilidad creciente en el Gobierno español, del que forma parte Podemos y que depende del PNV, algo que puede favorecer que Gorrotxategi sea más conciliadora en Euskadi. En el caso de Bildu, pone el peso en el reparto de los fondos europeos y ofrece su colaboración a Urkullu para defender los proyectos en Madrid, aunque el PNV asiste con desconfianza a estas declaraciones. EH Bildu acusaba hace muy poco a Urkullu de buscar un reparto clientelar, mirando a empresas amigas como Petronor. Zupiria no se inclinó por ningún socio en particular y se limitó a un repaso aséptico: de 59 acuerdos, 26 han contado con apoyo de alguno o varios partidos de la oposición, “11 de ellos han sido con PP+C’s, 4 con EH Bildu, 5 con Elkarrekin Podemos-IU, y 6 con la suma de EH Bildu y Podemos”.

Urkullu entregó a cada partido un documento con las coincidencias. En el caso de Elkarrekin Podemos-IU, se refieren al refuerzo de la vivienda pública, la acogida de migrantes, la reforma de la RGI y su complementariedad con el Ingreso Mínimo Vital, la inversión en el vehículo eléctrico, o el plan Lehen Aukera para los jóvenes, además de dedicar los fondos europeos a proyectos de las pymes y empresas centrados en transición ecológica y digital. Con EH Bildu, hay coincidencias sobre la vivienda pública, la educación (digitalización, euskera y personal), o la necesidad de completar las transferencias. Con PP+C’s, las coincidencias se dirigen a la reactivación, los planes de empleo, la conciliación, ayudas a la hostelería o la reforma de Lanbide.

Sobre Vox, Zupiria criticó la “autoexclusión” y cree contradictorio que la ultraderecha vea un cordón sanitario y, al mismo tiempo, renuncie a la cita con Urkullu. Sobre PP+C’s, dijo que su única aportación fue el libro con las enmiendas a las cuentas, donde “negó” el diálogo. El Gobierno Vasco le ofreció un documento de coincidencias, un resumen de los fondos covid que está administrando, otro con los fondos europeos y otro con ayudas. En el caso de EH Bildu y Podemos, Urkullu ha entregado un documento con los seguimientos de cada departamento, el plan de vacunación, la reactivación, el diálogo social y los fondos europeos. Añadió que Urkullu tiene voluntad de“favorecer” la colaboración, no solo en estas citas.

“Aunque el Gobierno cuente con mayoría absoluta, es su obligación buscar más colaboración”

Portavoz del Gobierno Vasco