- El fuego regresó ayer a las protestas en las calles de Catalunya por el encarcelamiento del rapero Pablo Hasél. Grupos violentos prendieron fuego a dos furgones de la Guardia Urbana en Barcelona, uno de ellos con los agentes dentro, aunque tuvieron tiempo para salir y se evitó la tragedia.

Centenares de personas se manifestaron ayer en Barcelona para reclamar la libertad del rapero Hasél, una convocatoria que en su mayor parte transcurrió pacíficamente, pero que hacia el final derivó en numerosos altercados, ataques con fuego a sucursales y también a furgones de la Guardia Urbana y a la comisaría en La Rambla. El conseller de Interior, Miquel Sàmper, condenó lo sucedido. También el candidato a president de ERC, Pere Aragonès.

Al término de la manifestación comenzaron a registrarse incidentes en La Rambla del Raval y Drasanes por parte de grupos minoritarios que apedrearon oficinas bancarias rompiendo los cristales y provocaron fuego en alguna de ellas. También cruzaron contenedores. La protesta fue convocada por fuerzas como Arran, la CUP, Endavant, el Sindicat d’Estudiants dels Països Catalans (SEPC) y los CDR, y la apoyaron el Sindicat de Llogaters y Podem Catalunya. Varias decenas de personas, en su mayoría jóvenes, atacaron la comisaría de la Guardia Urbana de Barcelona situada en La Rambla con el lanzamiento de todo tipo de objetos, entre ellos artefactos incendiarios. Los asaltantes vandalizaron dos furgonetas que estaban aparcadas ante la comisaría, en las que realizaron pintadas y a las que prendieron fuego. En la Rambla, grupos de alborotadores lanzaron bengalas, petardos y otros objetos incendiarios a la línea policial que intentaba dispersarlos.

Se registró el lanzamiento de cócteles molotov contra las furgonetas, todo ello, en el contexto de la novena protesta en Barcelona por el encarcelamiento del cantante por enaltecimiento del terrorismo e injurias a la Corona. Algunos acudían pertrechados con martillos y destrozaron varios cajeros.

Varias tiendas fueron saqueadas y hubo destrozos en un hotel y en las terrazas de diversos establecimientos. Hubo al menos diez detenidos. Más de media docena de oficinas bancarias atacadas, un hotel y un concesionario de coches rociados con líquidos inflamables y diversas tiendas saqueadas fueron algunos de los graves incidentes que se registraron al final de la manifestación de Barcelona. Una vez más, los alborotadores saquearon algunas tiendas del centro de Barcelona, entre ellas, el Decathlon ubicado en la calle Canuda, que ya fue vandalizado la semana pasada, o el Zara de la plaza Catalunya. Además, provocaron un incendio en una de las tiendas más emblemáticas de la ciudad, la Casa de los Paraguas, en la Rambla.

Otros establecimientos atacados fueron, en concreto, el hotel NH de La Rambla Catalunya con la calle Diputación, al que rociaron con líquido inflamable, al igual que sucedió en un concesionario adyacente a este establecimiento hotelero. Un colaborador de Efe, además, recibió un martillazo en su cámara.

La manifestación de Barcelona transcurrió pacíficamente, pero hacia el final derivó en numerosos altercados