Los socialistas vascos denunciaron la aparición de pintadas en sus sedes de Durango (en la imagen), Barakaldo y Cruces, acusándoles del encarcelamiento de Pablo Hasél, tal y como ocurrió el miércoles en la sede durangarra de Podemos. Estos ataques recibieron la condena del lehendakari Iñigo Urkullu, que en redes sociales habló de "agresiones" que "atentan contra la pluralidad, la tolerancia y la convivencia".