- La pandemia ha convertido al titular de Sanidad, Salvador Illa, en uno de los políticos mejor valorados tras haber afrontado con solvencia el embate del COVID-19 al frente de un Ministerio crítico. Esa gestión en momentos difíciles ha tenido premio y ayer fue elegido por la Ejecutiva del PSC como candidato a la presidencia de la Generalitat el próximo 14-F, en un movimiento sorpresivo, ya que todo apuntaba a que Miquel Iceta repetiría por tercera vez al frente de la candidatura. Sin embargo, es Illa quien parece ahora destinado a liderar el socialismo en Catalunya y el primer paso para ello ha sido colocarlo como cabeza de lista en la convocatoria electoral que será el primer hito político de 2021 en el Estado.

El hasta ahora ministro de Sanidad -se espera que abandone el cargo en los próximos días para centrarse en la campaña catalana- era visto como el relevo de Iceta a largo plazo. Sin embargo, los socialistas, a instancias de Pedro Sánchez y de los sondeos de opinión internos, han preferido forzar las marchas y convencer al actual primer secretario del PSC para que se haga a un lado y ceda a Illa el cartel de candidato a liderar el Govern. El objetivo de la jugada: ganar las elecciones.

En los últimos días ya se venía especulando con un posible relevo en la lista del PSC que Salvador Illa ha negado una y otra vez hasta que la noticia se ha hecho oficial. Al final, las encuestas y estudios entre el electorado que manejaba la formación han pesado más que la veteranía de Miquel Iceta, quien aunque deseaba volver a concurrir como cabeza de lista terminó pactando el mes pasado con Sánchez su renuncia a ser el número uno. A cambio, Iceta suena en todas las quinielas para asumir un Ministerio el próximo año, muy probablemente el de Política Territorial.

En el PSOE y en el PSC se muestran convencidos de que el cambio les puede deparar grandes beneficios a nivel electoral, más allá del importante ascenso que ya les otorgaban las encuestas. Ahora, con Salvador Illa de candidato, los socialistas se marcan como reto consolidarse como primera fuerza del unionismo en Catalunya, enterrar a Ciudadanos como rival y, aunque a día de hoy parece complicado, ser la lista más votada el próximo 14-F.

La Ejecutiva del PSC se reunió ayer de urgencia y avaló por unanimidad a Illa como candidato a president, antes de celebrar un Consell Nacional que refrendó también al nuevo aspirante y en el que comparecieron el propio Illa, así como el primer secretario Miquel Iceta.

En su discurso en la reunión extraordinaria de este órgano, Salvador Illa aceptó formalmente ser el candidato del PSC el 14 de febrero y aseguró que el objetivo es ganar los comicios. "Estoy preparado para presidir Catalunya", dijo el dirigente socialista, que aseguró que se toma su nuevo cometido "como un acto de servicio" al partido y a la sociedad catalana. "Me dicen mis compañeros que puedo ser útil para resolver la situación que vive Catalunya. Si mis compañeros me lo piden, la única cosa que puedo decir es que estoy preparado", argumentó.

Miquel Iceta, principal valedor de Illa -a quien nombró secretario de Organización del PSC-, expresó en su intervención su satisfacción a pesar de haber cedido la candidatura a la Generalitat. Así, aseguró que el ministro de Sanidad es una propuesta para un "nuevo combate, no una batalla para algunos escaños más o ser la segunda fuerza política del país, sino una batalla para lograr la presidencia de la Generalitat".

En su discurso ante el Consell Nacional, Iceta elogió la figura de Illa: "Nos recuerda que frente al miedo, la desconfianza, la mala política y la mala educación, siempre hay esperanza". Asimismo, destacó del nuevo candidato del PSC su experiencia como alcalde de La Roca del Vallés (Barcelona) y lo definió como un "buen gestor público y un político de raza".

En tono totalmente opuesto se pronunció el PP, que acusa a Illa de haber utilizado el Ministerio de Sanidad como "trampolín" para luego regresar a Catalunya con mayor popularidad. Según la portavoz popular en el Congreso, Cuca Gamarra, el dirigente socialista no tenía como objetivo "dirigir el Ministerio, sino ocupar la cuota del PSC dentro del Gobierno".

En la misma línea, cargó contra Illa por la "peor gestión" de la pandemia, que demuestra, a su juicio, que su objetivo "nunca fue gestionar la sanidad de todos los españoles, sino buscar un trampolín desde el punto de vista político".

En el espacio soberanista también llovieron las críticas al titular de Sanidad, pero en otro sentido. Así, la candidata de Junts, Laura Borràs, dijo que el "desembarco" de Illa como cabeza de lista "confirma que el PSC es el PSOE" y no tiene ningún tipo de autonomía respecto a las directrices de Madrid. "Seguramente debían tener unas encuestas que les eran muy desfavorables y han hecho este desembarco del PSOE en las elecciones catalanas", argumentó Borràs.

En ERC, por su parte, opinan que la decisión de los socialistas catalanes busca arañar votos a Ciudadanos. Según expresó en Twitter Pere Aragonès, "pese al cambio de caras, el objetivo del PSC sigue siendo el mismo: ir a buscar votos en la derecha".

"Si mis compañeros me lo piden, solo puedo decir que estoy preparado para presidir Catalunya"

Candidato del PSC a la Generalitat

"Illa nos recuerda que frente al miedo, la mala política y la desconfianza, siempre hay esperanza"

Primer secretario del PSC

"El objetivo de Illa no era gestionar la Sanidad, sino buscar un trampolín político"

Portavoz del PP en el Congreso

"Seguramente el PSC tenía unas encuestas que le eran muy desafavorables"

Candidata de Junts a la Generalitat