- Dentro del goteo diario de informaciones sobre el rey Juan Carlos I, ayer le tocó el turno a que sus deseos de volver al Estado español por Navidad tras el exilio que inició el pasado agosto en Emiratos Árabes Unidos incluirían residir en la Zarzuela, su hogar desde 1963, por lo que rechaza pasar estas fiestas en otros emplazamientos alternativos que se le han ofrecido, como el que fuera el piso de su hermana Pilar de Borbón, fallecida en enero. Así lo avanzaron ayer varios rotativos madrileños, unas revelaciones ante las que el Gobierno español dio la callada por respuesta. Preguntada al respecto, la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, afirmó no tener “absolutamente ninguna noticia, por lo menos yo no la tengo” sobre el posible regreso que planea el rey emérito.

Los planes del padre de Felipe VI están relacionados con el paso que ha dado de presentar una declaración voluntaria para regularizar su situación fiscal ante la Agencia Tributaria. Según El País, Juan Carlos quiere regularizar más de 500.000 euros procedentes de fondos opacos supuestamente gastados en tres ejercicios diferentes, entre 2016 y 2018, cuando ya no estaba protegido por la inviolabilidad. Al parecer, el equipo jurídico del monarca se reunió con responsables de Hacienda para trasladarles una propuesta para regularizar su situación fiscal, relacionada no con sus bienes en el extranjero, sino con el uso de tarjetas bancarias con fondos opacos del empresario mexicano Allen Sanginés-Krause, investigado por la Fiscalía del Tribunal Supremo. El mismo diario apuntaba ayer que el banco donde Corinna Larsen recibió 65 millones de euros de Juan Carlos I cuestionó el origen del dinero.

Sobre su posible regreso a España, el alcalde de Madrid y portavoz estatal del PP, José Luis Martínez-Almeida, dijo ayer que le corresponde a él “decidir si quiere volver o no” o si “quiere hacer algún tipo de regularización”, e instó a “no olvidar” su papel “esencial” para traer la democracia. “Al margen de las actuaciones que están siendo investigadas y de que en su caso se pueda producir una regularización, desde luego yo no voy a dejar de apreciar y valorar el extraordinario trabajo que en circunstancias muy difíciles para España hizo el rey emérito, una de las piezas clave de nuestro sistema constitucional”, aseveró en una entrevista en Onda Cero.

El rey emérito, que salió de España el pasado agosto y reside desde entonces en Emiratos Árabes Unidos como huésped del jeque Mohamed Bin Zayed, está pendiente de que el fiscal Juan Ignacio Campos, que dirige las tres investigaciones abiertas por la Fiscalía sobre sus actividades financieras, archive las investigaciones o presente una querella. Fueron precisamente las informaciones que se sucedieron sobre estas prácticas presuntamente ilícitas las que provocaron su salida del Estado.

En este contexto, Izquierda Unida, junto al Partido Comunista de España (PCE) y el Foro de Abogados y Abogadas de Izquierda, depositó ayer la fianza de 12.000 euros, impuesta a finales de noviembre por el Tribunal Supremo, para ejercer la acusación popular contra Juan Carlos I. Esta causa especial tiene su origen en la querella que presentaron ante la Sala de lo Penal del Supremo contra el ex jefe del Estado y otras siete personas por la supuesta comisión de trece delitos.

Luna de miel. Según desveló ayer El Confidencial, dos nietos del rey Juan Carlos, Froilán y Victoria Federica, usaron las tarjetas black para abonar desplazamientos en Uber, compras en el Corte Inglés y clases de piano. El portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, opinó al respecto que “nadie se cree que la práctica de Juan Carlos I de regar de dinero turbio a la familia real empezara en 2016. Recordemos la luna de miel de medio millón de dólares de los actuales reyes en 2004”.

“Nadie se cree que la práctica de regar de dinero turbio a la familia real empezara en 2016”

Portavoz de Podemos en el Congreso