- El médico y doctor en psicología Carlos Martin Beristain ha sido distinguido por el Gobierno Vasco con el premio René Cassin 2020 “por su defensa de todos los derechos humanos en Euskadi, en el Sahara o en Latinoamérica”, anunció ayer la consejera de Igualdad, Beatriz Artolazabal. El lehendakari Iñigo Urkullu entregará el premio durante un acto en Lehendakaritza el próximo día 10, Día Internacional de los Derechos Humanos.

La consejera Artolazabal dio a conocer la concesión del premio a Beristain por “haber contribuido durante décadas y en diferentes lugares del mundo a la promoción y la defensa de los derechos humanos”. Se trata, según señaló, de un “vasco universal e incansable defensor de los derechos humanos”.

Beristain tiene una larga experiencia en mediación de conflictos en el ámbito internacional y en la actualidad forma parte de la Comisión de la Verdad en Colombia y del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para el caso de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, México.

En su fallo, emitido por unanimidad, el jurado destaca “su participación en comisiones de la verdad y proyectos de memoria, sus peritajes ante instancias judiciales internacionales, y su trabajo con víctimas de la violencia en diferentes partes del mundo”. A su juicio, “su trabajo de recuperación de la memoria y de acompañamiento a las víctimas en sociedades profundamente fracturadas y azotadas por graves conflictos violentos, junto a su extensa labor docente, investigadora y de prevención de graves violaciones de derechos humanos, se ajusta totalmente a los principios” del galardón.

La directora de Víctimas, Derechos Humanos y Diversidad, Monika Hernando, que acompañó a la consejera junto con el viceconsejero de Derechos Humanos, Memoria y Cooperación, José Antonio Rodríguez Ranz, destacó que el premiado cuenta “con una dilatada experiencia en atención psicosocial de víctimas en el mundo” y que “coordinó el informe Recuperación de la Memoria Histórica de Guatemala”.

En Euskadi fue facilitador de la experiencia Glencree, de “encuentro entre víctimas de diferentes perpetradores”, así como miembro de la Comisión de valoración de víctimas de violaciones de derechos humanos entre 1960 y 1978, en el Parlamento Vasco.