- Las instituciones vascas celebraron ayer el undécimo Día de la Memoria -jornada de recuerdo y homenaje a las víctimas implantada por el Gobierno Vasco en 2010-, centrado en esta edición en la transmisión a las nuevas generaciones de la historia de la violencia en Euskadi en las últimas décadas. Este año la conmemoración estuvo marcada por el COVID-19, que obligó a organizar actos en pequeño formato, en dos de los cuales estuvo presente el lehendakari Iñigo Urkullu. El primero tuvo lugar por la mañana en el Parlamento Vasco y el segundo por la tarde en la sede de Gogora en Bilbao, acto en el que Urkullu intervino y reclamó una Euskadi de “paz”, “acuerdo” y “diálogo entre diferentes” en la que las víctimas del terrorismo no sean “politizadas” ni “manipuladas”.

En el homenaje en Gogora estuvieron también presentes los dos vicelehendakaris Josu Erkoreka e Idoia Mendia; la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal; el viceconsejero de Derechos Humanos, José Antonio Rodríguez Ranz; y la directora de Gogora, Aintzane Ezenarro, que dio paso a los testimonios de dos jóvenes que han participado en iniciativas del Instituto de la Memoria.

En su discurso, el lehendakari agradeció a estos jóvenes su aportación y explicó que las nuevas generaciones tienen el derecho a conocer lo acontecido y “el deber de construir la memoria”. Cree además que la juventud aporta “un lenguaje nuevo” al relato. “El testimonio de los jóvenes es diferente, nuevo, limpio, sin contaminar”, defendió.

Asimismo, Iñigo Urkullu dijo que las nuevas generaciones tienen la obligación de saber que “en este pueblo se mató por pensar diferente”. En ese sentido, mencionó en primer lugar los crímenes de ETA, pero pidió no olvidar que existieron también otras “vulneraciones de derechos humanos” como las que se cometieron desde “las estructuras de Estado”.

Urkullu se comprometió también con lanzar “una mirada renovada al pasado” para avanzar en los valores sobre los que a su juicio se debe asentar la Euskadi del presente y del futuro: el reconocimiento del daño causado, los principios éticos y los derechos humanos. En esa labor, cobra importancia la “mirada nueva” de los jóvenes que, a juicio del lehendakari, aportan un punto de vista “crítico y autocrítico”, con voluntad de aprender. “Es una mirada inclusiva, empática, abierta y de gran angular”, apuntó sobre el testimonio de la juventud y su forma de analizar la violencia en Euskadi.

Así, el jefe del Ejecutivo vasco llamó a tomar como referencia las reflexiones “sin odio, sin venganza y sin violencia” de los jóvenes vascos para dejar de “politizar” y de “manipular” a las víctimas, y para “poner rostro al sufrimiento”. “Este es el camino, esta es la dirección”, recalcó, antes de fijarse el reto de conseguir “una Euskadi que tenga memoria”. “La Euskadi del presente y del futuro solo puede ser construida con memoria del pasado. Es la misión de Gogora, un espacio abierto para construir y promover una memoria compartida”, concluyó.

Previamente, contaron sus experiencias en encuentros de memoria Ainhize San Andrés y Joanes Atxa, dos jóvenes que participaron en los programas Adi Adian y Memoria Plaza, en los que pudieron escuchar testimonios de víctimas del terrorismo y trabajar sobre ellos. “Me sorprendió la resilencia y la naturalidad de los testimonios de las víctimas. Todos nuestros problemas pierden relevancia al escucharlas y nos damos cuenta de lo duro que ha tenido que ser, también para todo el conjunto de la sociedad vasca”, relató San Andrés, mientras que Atxa destacó que “participar desde dentro de un relato histórico es un proceso que convierte los prejuicios en relatos en primera persona”. “¿No vivimos muy cómodos en nuestra pasividad? Hemos escuchado atentos pero, ¿no es tiempo de participar activamente en la construcción de la memoria?”, se preguntó el joven como reto a futuro.

Por último, la directora de Gogora, Aintzane Ezenarro, llamó en su intervención a tener en cuenta “la importancia que tiene la transmisión de la memoria crítica en nuestro país” y emplazó a “contar a los jóvenes las violaciones de derechos humanos y el terrorismo” que ha tenido lugar en la CAV en las últimas décadas. “Estamos empeñados en ese objetivo. En Gogora hemos hecho un camino, pero queda mucho por recorrer hasta normalizar la transmisión de lo ocurrido”, explicó Ezenarro.

Hubo más valoraciones en el seno del Gobierno autonómico y de las formaciones vascas sobre este Día de la Memoria del que volvió a desmarcarse el PP, en esta ocasión acompañado de Vox. Por su parte, el PNV destacó que estuvo presente en “todos los actos que se han celebrado en Euskadi” para reivindicar “la memoria como pilar de la convivencia y el respeto”. En palabras del parlamentario jeltzale Iñigo Iturrate, hay una “necesidad” de que las nuevas generaciones conozcan la “reciente historia de dolor” para “no olvidar y no repetir los errores del pasado”.

También se pronunció al respecto la líder del PSE y vicelehendakari segunda, Idoia Mendia, que defendió una revisión “permanente e inclusiva” del pasado que asuma el “sufrimiento de todas las víctimas” de la violencia en Euskadi.

“El reto pendiente como sociedad es admitir que matar, extorsionar, perseguir, amenazar, secuestrar y torturar está y estuvo mal, es y fue injusto”, argumentó la secretaria general de los socialistas vascos en una serie de reflexiones en su blog. En cualquier caso, Mendia optó por situarse en clave positiva y destacó que “Euskadi no estaba condenada al terror y conseguimos vencerlo, y no está condenada al olvido y conseguiremos vencer ese afán por pretender diluir responsabilidades”.

“Los jóvenes deben saber que en este pueblo se mató por pensar diferente”

Lehendakari

“Queda mucho camino hasta normalizar la transmisión de lo ocurrido”

Directora de Gogora