- Bidegi, como un arma de desgaste de la gestión del Gobierno foral, volvió a comparecer ayer en el debate plenario de las Juntas Generales de Gipuzkoa. Así lo interpretó la portavoz del PNV Maria Eugenia Arrizabalaga, que reprochó a la coalición no tener otro cometido que el de “erosionar al ejecutivo foral”.

EH Bildu presentó una moción en la que apelaba al Departamento de Infraestructuras Viarias a actuar con “prudencia” en la gestión de los peajes de la N-I y la A-15, instando a que la Diputación “conserve la recaudación” para evitar que una sentencia del Tribunal Supremo desautorice el sistema implantado y obligue a devolver todo lo ingresado en los dos últimos años. Como se sabe, por dos veces, el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco ha tumbado el proyecto foral por discriminar a los transportistas que no son guipuzcoanos. El sentido del fallo judicial contradice el aval recibido de Europa en las consultas realizadas antes de poner en marcha el sistema de pago.

En cualquier caso, para el PNV la moción de la izquierda abertzale responde “al tradicional relato falaz contra la solvencia de Bidegi”, alimentando “un fantasma del pasado”. El relato al que se refiere Arrizabalaga marcó la estrategia política de Bildu cuando se hizo con las riendas de la Diputación. Bildu acusó al anterior Gobierno, jeltzale de generar una deuda en Bidegi que ponía en riesgo la viabilidad del organismo gestor de las carreteras de peaje.

Según Arrizabalaga, la moción de EH Bildu está fuera de lugar porque “la actuación de la Diputación y de Bidegi se basa en la prudencia. Si hubiera que devolver el importe de los peajes, hay dinero suficiente en la cuenta corriente del III Convenio Específco de Desarrolllo de Bidegi”. La portavoz jeltzale aseguró que el dinero obtenido “se aplica a los mismo conceptos a los que EH Bildu hace referencia en su moción: gastos de gestión y mantenimiento de la carretera. A finales de 2019, había 13 millones que no se destinarán a nuevos proyectos”. Por todo ello, reclamó a la coalición que abandone la estrategia de “cuanto peor mejor”.