- Miles de personas marcharon ayer por las calles del centro de Bilbao en denuncia de la muerte del preso de ETA Igor González Sola, fallecido este pasado viernes en su celda de la prisión de Martutene, que “nunca debió suceder”. Pero además advirtieron que “la muerte de Igor no es la única, la legislación de excepción lleva años sumando a su lista muertes de presos vascos”.

A la marcha, convocada por la red ciudadana Sare en la capital vizcaina, se adhirieron formaciones políticas como EH Bildu y Sortu, los sindicatos ELA, LAB y ESK, así como la asociación de familiares de presos Etxerat y el Foro Social, entre os colectivos. “Además de ser víctima de esta política de alejamiento, era un preso enfermo que estaba en tratamiento y, sin embargo, lo mantuvieron en prisión, una vez más, hasta la muerte”, señaló el comunicado emitido por Sare, en el que reclamaron “el fin de la política de alejamiento y el traslado a las cárceles de Euskal Herria de todos los presos que lo soliciten, la libertad de los presos con enfermedades graves para ser atendidos adecuadamente, fuera de la cárcel y la aplicación de la progresión de grados como al resto de prisioneros”.

Sare puso de manifiesto el consenso existente en las instituciones vascas para cambiar de raíz la política penitenciaria. “Hoy más que nunca, los acuerdos entre la mayoría de las fuerzas políticas alcanzadas en los Parlamentos de Gasteiz e Iruñea, en las Juntas Generales y en numerosos ayuntamientos, así como la unanimidad del sindicalismo vasco a favor de una reforma profunda de la actual política penitenciaria”. Pero también desearon “pedir a quienes han mostrado su apoyo en las instituciones que den un paso más en el compromiso de acabar esta situación definitivamente. Esta situación no se puede repetir y es responsabilidad de todos”.

Entre los asistentes a la marcha se pudo ver a la portavoz parlamentaria de EH Bildu Maddalen Iriarte, así como a la diputada Mertxe Aizpurua y a representantes de la coalición soberanista en el Parlamento Vasco como Jasone Agirre, Iker Casanova, Mikel Otero o el también secretario general de Sortu, Arkaitz Rodríguez. Tras dos grandes pancartas en las que se podía leer “Etxean nahi ditugu -Los queremos en casa” y “Salbuespen legeak hiltzen du -La política de excepción mata”, y escoltados por varias furgonetas de la Ertzain-tza, los participantes, entre gritos de recuerdo al recluso fallecido, arrancaron la marcha pasadas las 12.00 horas desde la Plaza Elíptica para concluir en la Plaza Nueva.

En declaraciones a los medios de comunicación minutos antes del inicio, Iriarte mostró su apoyo y solidaridad a la familia del preso fallecido y ha reclamado que finalice la actual política penitencia “de venganza y violenta”. “Se debe acabar con la dispersión, con la posibilidad de que los presos enfermos, quienes hayan cumplido tres cuartas partes de la condena o tengan edad avanzada puedan volver a sus casas”, incidió. Asimismo, apostó por “trabajar en una hoja de ruta” para que “todos los presos puedan volver a casa”.

Por su parte, el secretario general de Sortu y parlamentario esta legislatura de EH Bildu, Arkaitz Rodríguez, afirmó que la muerte de González Sola “no ha sido natural, sino que era perfectamente evitable” ya que “debía estar en la calle”. “Los responsables de su muerte tienen nombre y apellidos: el Gobierno español, la actual política penitencia y todas aquellas fuerzas políticas que continúan sosteniéndola”, prosiguió. Asimismo, señaló que la “única violencia que persiste en este pueblo es la de los estados” español y francés, una “violencia presente y no pasada como otras, que genera sufrimiento y muertes”. “Les exigimos que también ellos retiren su violencia de la ecuación política vasca y opten por dar una solución política y democrática al conflicto vasco, al igual que al conflicto catalán”, reivindicó. “La paz y la convivencia no son posibles mientras centenares de presos y sus familiares ven conculcados sus derechos y en las cárceles permanecen centenares de presos políticos”, concluyó.

Difamaciones. La sección sindical de la Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones (APFP) en el centro penitenciario de Martutene mostraron ayer su rechazo a las “acusaciones y difamaciones que se están lanzando desde el entorno abertzale”, tras el fallecimiento del preso de ETA Igor González Sola este pasado viernes, contra los profesionales de la plantilla de la prisión guipuzcoana.

Presiones. Tras mostrar su “apoyo” a sus compañeros, la central sindical aseguró que “no aceptará presiones externas ante la indigna e inmoral utilización política de la muerte de una persona presa”. Además, defenderán “el honor, dignidad y profesionalidad del colectivo de trabajadores penitenciarios para que no quede en entredicho”.

“Tenemos que lograr ponerle fin a la actual política penitenciaria de venganza y violenta”

Portavoz de EH Bildu en el Parlamento