- La exdirigente de ETA Marixol Iparragirre ha sido condenada en su primer juicio en el Estado español a 122 años de prisión por ordenar el asesinato del comandante del Ejército de Tierra Luciano Cortizo, en 1995 en León, al explotar una bomba lapa bajo el asiento de su coche cuando conducía junto a su hija, que resultó herida grave. "Fijó el objetivo, facilitó los explosivos y dio instrucciones para la fabricación y transporte de la bomba lapa y para su colocación en el interior del coche, bajo el asiento, para asegurar la muerte del objetivo sin riesgo para el autor", sostiene la sentencia de la Audiencia Nacional. Se trata del primer juicio al que Iparragirre se enfrentaba en el Estado español tras ser entregada por Francia, donde ha cumplido varias condenas.

La Sala considera probado que Iparragirre, al frente de los comandos de ETA desde julio de 1994 y hasta 1998, ordenó el atentado a Sergio Polo, que en aquella época constituía él solo un "comando legal" de ETA y que ya ha sido condenado por esta acción a 110 años de cárcel.

La sentencia establece una indemnización para la viuda, de 300.000 euros, y de 160.000 para cada uno de los hijos. La hija deberá ser además indemnizada con 342.100 euros por las lesiones causadas y por las secuelas sufridas en el atentado.

Para llevar a cabo dicha acción, la acusada entregó a Polo los materiales precisos para la fabricación de una bomba lapa. Siguiendo sus instrucciones, guardó los explosivos en un piso de Pasaia, fabricó la bomba lapa y se trasladó de Donostia a León, donde durante unos días vigiló al comandante.

En la noche del 21 al 22 de diciembre de 1995, Polo colocó la bomba lapa, "como le había ordenado Iparragirre". Al día siguiente, cuando el comandante y su hija se desplazaban en el vehículo, el artefacto explosionó, causando la muerte del militar, de 44 años, y heridas de gravedad a su hija, de 18, que se encontraba en el asiento del copiloto, además de heridas a otros transeúntes.