- Se acaba el tiempo. El PNV quiere que el Gobierno español deje de retrasar la convocatoria de la Comisión Mixta del Concierto Económico. En ella, tendría que pactar unos límites de deuda y déficit más amplios para la Comunidad Autónoma Vasca, con el objetivo de compensarla por haberla excluido de manera unilateral del reparto del cuarto tramo del fondo de 16.000 millones que pretende hacer más llevaderos los efectos del coronavirus en los territorios del Estado. Esta reunión es imprescindible para el Gobierno Vasco en funciones liderado por el lehendakari Urkullu, que aspira a repetir mandato y quiere conocer cuanto antes el margen de gasto que va a tener para redactar los presupuestos de 2021. Su apuesta por la deuda es clave para cubrir la caída de la recaudación fiscal de entre 2.000 y 3.000 millones de euros sin que se vean resentidos los servicios sociales ni haya que subir impuestos. Los jeltzales registraron ayer una pregunta dirigida al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, con un tono que deja ver el malestar de los aliados del socialista. “¿Piensa seguir obviando la relación bilateral entre el Estado y la CAV retrasando la convocatoria de la Comisión Mixta de Concierto que debe establecer los límites de déficit y deuda para las administraciones vascas?”, preguntará el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban. La pregunta se va a formular en la sesión de control del próximo miércoles, un pleno que forzó el propio PNV de manera conjunta con ERC.

Los jeltzales ya lanzaron un primer aviso este miércoles en el Congreso de los Diputados. Votaron en contra del decreto que regula el reparto de manera unilateral, aunque fue aprobado con el respaldo de otros grupos. Pero el PNV no lo va a dejar correr, y no da por cerrado el capítulo. La reunión de la Comisión Mixta es imprescindible para el PNV porque no convocarla supondría que Pedro Sánchez incumpliera el pacto de investidura, el mismo acuerdo que lo convirtió en presidente, además de vulnerar el carácter pactado y bilateral del régimen foral. Y Sánchez no solo estaría desairando al PNV, sino a Nafarroa, una comunidad liderada por una presidenta de sus propias filas, la socialista María Chivite. De ahí que se interprete que la convocatoria de la Comisión Mixta es cuestión de tiempo, pero este también importa. Existe una doble sospecha relacionada con la demora de Sánchez. Por un lado, podría estar esperando a la cumbre clave de hoy en Europa sobre el fondo de reconstrucción y las condiciones que podrían imponerse al Estado español a cambio de recibir el dinero. El nivel de deuda no es un problema para la comunidad autónoma vasca porque tiene margen y sus cuentas están saneadas con un déficit del 0% desde 2017, pero no se descarta que lleguen otras peticiones de deuda en cascada desde otros gobiernos autonómicos y que ese margen redunde en unas décimas más en el endeudamiento total del Estado. Se desconoce qué límites fijará la Unión Europea en el gasto total a Sánchez, y parece que el presidente quiere conocer esa fotografía antes de comprometerse a nada con el Gobierno Vasco.

Otro riesgo sería que el socialista esté contando con la posibilidad de incorporar el asunto de la deuda en la negociación del techo de gasto y los presupuestos estatales, para tratar de comprometer el voto del PNV y de introducir la ampliación del gasto como elemento de presión en sus conversaciones con los jeltzales. Pero el pacto de investidura de Sánchez con el PNV lo obliga a convocar la Comisión Mixta para fijar los objetivos de déficit. Lo dice en el décimo punto. El PNV eleva la presión con una pregunta al propio presidente español para que ponga fin al aplazamiento.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, no dijo una sola palabra sobre la Comisión Mixta en la votación del miércoles, aunque ella misma había introducido en el decreto la compensación en forma de déficit y deuda por excluir a ambas comunidades del reparto del cuarto tramo, 5.000 millones para cubrir la caída de ingresos por la bajada de la recaudación y del uso del transporte público durante la pandemia. Su argumento era que las haciendas forales recaudan sus propios impuestos y que, por lo tanto, tienen un volumen de ingresos extraordinario. El decreto ofrece la vía de la deuda y el déficit para compensar esa exclusión, pero no termina de fijarse una fecha para la Comisión Mixta en la que debe pactarse. La ministra ha enseñado el caramelo a Euskadi, pero un minuto después lo ha regresado a su envoltorio y lo ha apartado de la vista de todos.