- Iñigo Urkullu pidió ayer al Gobierno de Pedro Sánchez que el proceso de desescalada del confinamiento por el coronavirus venga acompañado de “un ejercicio real de cogobernanza” que no se quede en un mero “concepto”. El lehendakari se mostró nuevamente partidario de “modificar el marco legal” en el que se sustentan el estado de alarma y el mando único del presidente español, considerando que hay “otros instrumentos” dentro de la legislación ordinaria y al margen de este escenario de alerta para gestionar la desescalda, aunque dejó en manos de los grupos del Congreso la decisión de prorrogar o no esta medida excepcional.

Lo que sí compete al Ejecutivo vasco, reseñó el lehendakari, son cuestiones relacionadas con el autogobierno que “exigen un ejercicio de cogobernanza” y sobre las cuales ambos gobiernos están negociando como las políticas activas de empleo -cuyo montante se lo apropió Moncloa para destinarlo a las medidas de carácter social-, el ingreso mínimo vital que tanta divergencia ha suscitado en el Gobierno de coalición, la capacidad de endeudamiento, la flexibilización del déficit y la educación, apartados donde se presentan versiones contradictorias con demasiada frecuencia. En este último asunto el dirigente jeltzale se mostró visiblemente molesto con el Gabinete de Sánchez porque el sábado 9 les dijo que las clases presenciales podrían recuperarse en Euskadi a partir del 18, pero finamente no llegó “la cobertura jurídica” necesaria y fue necesario posponer el regreso a clase hasta el día 25.

“Vivimos una situación única, insólita, desconocida. Lo hacemos contando con unos instrumentos jurídicos y legales que no se corresponden con el tiempo y el modelo de Estado actual”, había señalado ya anteayer Urkullu en la conferencia de Sánchez con los presidentes autonómicos, en puertas de que hoy mismo la declaración de emergencia en Euskadi por la pandemia de coronavirus llegue a su fin para pasar al estado de vigilancia sanitaria.