- El debate sobre la gestión de la crisis sanitaria, el mando único y la usurpación de competencias autonómicas llegó ayer a las Juntas Generales de Gipuzkoa, que debatió en sesión plenaria una resolución urgente de EH Bildu en la que denunciaba que el estado de alarma ha supuesto “un 155 encubierto”.

La iniciativa de la coalición soberanista no salió adelante porque los dos grupos que sostienen al gobierno foral, PNV y PSE, transaccionaron una enmienda en la que instan a los gobiernos vasco y español a enfrentarse a la crisis del coronavirus desde estrategias de “coordinación y colaboración”. El texto pide a ambos ejecutivos que aborden la desescalada adaptándola a “ las realidades específicas de los distintos municipios, comarcas y territorios históricos en función de sus diferentes realidades demográficas, epidemiológicas y económicas”.

El respaldo a esta enmienda tenía lugar al tiempo que en Madrid el PNV lograba un acuerdo con Sánchez para apoyar la prórroga del estado de alarma a cambio de asumir la revisión de su mando único para favorecer la cogobernanza de la crisis sanitaria ahora que ha iniciado la desescalada.

El portavoz de EH Bildu, Juan Karlos Izagirre, afeó al PNV no haber apoyado su enmienda, una postura que no entendió teniendo en cuenta “su discurso”. Para Izagirre, cuyo partido no ha rechazado el estado de alarma en ninguna de las cuatro votaciones, ayer se trataba de denunciar “una operación de recentralización”.

Aunque no ahorró críticas al “mando único” del gobierno español, la portavoz del PNV María Eugenia Arrizabalaga rechazó el reproche de Izagirre y puso en valor lo “negociado y apoyado” en el Congreso por su partido, un acuerdo que garantiza “la cooperación, coordinación y codecisión”.

Desde el las filas del PSE se defendió la gestión de la crisis de Sánchez. Susana García Chueca justificó al presidente español porque no ha podido hacerlo de otra manera “si no quería vulnerar la ley. Se trata de un situación excepcional y las competencias asumidas por el estado son temporales”, garantizó.

Como miembro aliado de los socialistas en el Goierno español, Elkarrekin Podemos también se sumó a la defensa de la gestión del ejecutivo español pero atacando al PNV, al que acusó de aprovechar muy bien la situación de confinamientio para su campaña electoral. “El confinamiento y las restricciones de movilidad solo eran posibles decretando el estado de alarma”.

Un punto de vista distinto fue el del portavoz del PP Juan Carlos Cano, que terció en el debate para negar que en la gestión del Gobierno español haya habido “recentralización” y en cambio, apreció “tufillo electoral” en la enmienda de EH Bildu. Con su resolución “quiere meter el dedo en el ojo al compañero nacionalista” en vísperas de unas elecciones que tras el acuerdo en Madrid entre el PNV y Pedro Sánchez gana enteros la opción de que se puedan celebrar en julio.