- La partida de test de diagnóstico rápido del COVID-19 adquiridos por el Gobierno español a un fabricante en China a través de un proveedor estatal, y cuya fiabilidad ha resultado ser menor que la establecida, es mucho mayor de lo que se pensaba en un inicio. Se trata de 659.000 test que no han llegado en su totalidad a España, pero que el Gabinete de Pedro Sánchez devolverá para que sean reemplazados en los próximos días por un nuevo modelo con los estándares de calidad exigidos.

Así lo aseguró el ministro de Sanidad, Salvador Illa, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, en la que explicó que el Gobierno está realizando varias operaciones en China que están abiertas y que permitirán adquirir hasta cinco millones de test. Una de estas operaciones, de 659.000 unidades de test diagnóstico, se realizó a través de un proveedor habitual con el que trabaja el sistema sanitario español.

De esta operación, los primeros 9.000 test que llegaron no pasaron los filtros de calidad que tiene el Sistema Nacional de Salud, a pesar de que el producto tenía todas las garantías y el certificado necesario para operar en la UE, dijo Illa. “Nosotros hacemos las comprobaciones y se detectó que no tenía el nivel de fiabilidad requerido, por eso se retiró”, añadió.

Insistió en que los 659.000 test de este producto (de los que se han recibido un total de 50.000, que no se han llegado a distribuir), van a ser sustituidos por otros que den los estándares que exige Sanidad. El ministro aseguró que los nuevos test rápidos llegarán “en los próximos días” y destacó que se trata de una cantidad “muy importante” de pruebas conseguidas a través de varias operaciones en curso con el país asiático.

Mientras, el PP endureció ayer el tono de su discurso contra el Gobierno español por sus “errores” en la crisis sanitaria, entre los que incluyó el retraso en la llegada del material sanitario, la compra de “test fallidos” para detectar el COVID-19 o no impedir las manifestaciones del 8 de marzo por el Día Internacional de la Mujer. El secretario general del PP, Teodoro García Egea, aseguró que lo ocurrido con los test evidencian que el Ejecutivo es una “autoridad incompetente”. Tras la reunión del comité de seguimiento del coronavirus creada por el PP, el presidente del partido, Pablo Casado, pidió que se cree una comisión de control sobre esta crisis y que Sánchez acuda a ella cada semana para informar a los grupos.

“Hemos ofrecido apoyo al Gobierno, pero no vamos a otorgar amnistía a sus errores”

Secretario general del PP