donostia - La consellera de Justicia de la Generalitat, Ester Capella, ve "previsible" que los nueve presos del procés puedan salir para ir a trabajar o hacer voluntariado, en aplicación del artículo 100.2 del reglamento penitenciario, y no descartó que a alguno se le conceda el tercer grado. Así lo aseguro justo el día en que el líder de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, salió de prisión por primera vez para ir a trabajar y a ejercer voluntariado, en aplicación de dicho precepto, que también se ha aprobado para el exlíder de la ANC Jordi Sànchez y para la expresidenta del Parlament Carme Forcadell. Paralelamente, los exconsellers de Interior Joaquim Forn y de Trabajo Dolors Bassa podrán salir de prisión para ir a trabajar y a cuidar de familiares, ya que las cárceles donde cumplen condena acordaron ampararse en ese artículo.

En el caso de Forn, condenado a diez años y medio por sedición, la Junta de Tratamiento de la cárcel de Lledoners permite que salga cinco días a la semana, de lunes a viernes, doce horas y media cada jornada, para ir a trabajar. La que concierne a la prisión de Puig de les Basses, en Girona, autorizó que Bassa, que cumple una condena de doce años, salga tres días a la semana, ocho horas cada jornada, para ir a cuidar de un familiar de edad avanzada. Por su parte, Cuixart aseguró que seguirá trabajando para que su empresa siga adelante, así como por la consecución de la libertad y la amnistía. Lo hizo en en Sentmenat, donde volvió a trabajar a la empresa de la que es fundador y presidente, Aranow, y es que tiene permiso para ir cada día de lunes a viernes con el fin de trabajar por la mañana en su empresa y hacer tareas vinculadas con el voluntariado por las tardes, pero con la obligación de regresar a dormir a la prisión de Lledoners por la noche. "Os dije que regresaría un día, he regresado y os doy las gracias por todo, por el trabajo que habéis hecho, han sido dos años y tres meses, y hoy vuelvo, pero por la noche tendré que regresar a prisión", señaló a los trabajadores.

el resto prepara su salida La consellera recalcó que "obviamente es previsible" que el resto de reclusos puedan ser "merecedores" de la aplicación del artículo 100.2 -de hecho, ya se están haciendo los trámites pertinentes-, porque es "una manera de cumplir la sentencia", que no se limita únicamente a permanecer en los centros penitenciarios, sino que permite salidas para trabajar y ejercer voluntariado. Oriol Junqueras y Raül Romeva están en trámites de presentar la solicitud del 100.2. Y Jordi Turull y Josep Rull lo harán próximamente cuando tengan asegurados los requisitos necesarios para pedirlo, como es la garantía de tener un trabajo que no esté afectada por su inhabilitación.

"Si fuésemos una república no estarían en la cárcel y no tendríamos exiliados", apuntó la republicana, resaltando que el Govern ha defendido en todo momento la amnistía para los presos. Otra cosa es que más allá de lo que pueda pensar el Ejecutivo catalán o lo que les gustaría que ocurriera, "las cosas son como son" y ninguna "convicción personal" puede enmendar una sentencia judicial. Capella precisó que no es "descartable" que cuando se revise la clasificación inicial en el segundo grado, a alguno de ellos se le pueda conceder el tercer grado, por el que sólo irían a la cárcel a dormir entre semana. "Nada es descartable. Está previsto en la ley y es previsible que se puedan acordar cosas diferentes", zanjó. - I. Santamaría