- El subjefe del Departamento Principal de Operaciones del Estado Mayor General de Ucrania, general de brigada Aleksey Grómov, señaló ayer que las fuerzas ucranianas han frenado una ofensiva a gran escala de los rusos en la región de Járkov e Izium, donde recientemente las tropas de Kiev destruyeron un mando ruso. De hecho, el Estado Mayor anunció el pasado martes la liberación de varias localidades al norte y noreste de la ciudad de Járkov.

Según indicó ayer el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW, en inglés), con sede en EEUU, “la ofensiva militar ucraniana probablemente llegó a diez kilómetros de la frontera de Rusia”.

Según Grómov, ahora Rusia está ya no en modo ofensivo sino defensivo en esas direcciones y transfiere sus fuerzas hacia Lugansk.

Rusia afirmó, a su vez, el pasado martes haber llegado ya a la frontera administrativa controlada por Kiev en la región de Lugansk tras hacerse con la localidad de Popasna, aunque el gobernador del territorio, Serhiy Gaidai, calificó ayer esta afirmación de “fantasía”.

El representante ucraniano señaló que actualmente es imposible evacuar a los 40.000 ciudadanos que permanecen en el territorio bajo control de Ucrania. Allí los residentes se han quedado “sin electricidad, agua, gas o comunicación móvil” debido a los constantes ataques rusos.

El jefe de la Administración Civil y Militar de la ciudad de Severodonetsk, Oleksandr Stryuk, señaló que en los últimos días el número de ataques ha aumentado significativamente y que el 30% de los edificios de la ciudad ya no es habitable.

En la región de Donetsk, las fuerzas rusas bombardean toda la línea del frente “día y noche”, según el gobernador, Pavlo Kyrylenko.

Las tropas rusas intentan bajar desde Limán, en el norte, hacia Sloviansk y Kramatorsk, centro militar de las fuerzas ucranianas y donde los combates son “constantes”.

En Sloviansk, Rusia bombardeó ayer dos distritos, según el jefe de la Administración Militar-Civil de la ciudad, Vadym Lyakh.

Más al sur, en Mariúpol, la situación en la ciudad controlada por Rusia desde finales de abril sigue siendo dramática.

El alcalde de la ciudad portuaria, Vadym Boychenko, señaló que “para fin de año más de 10.000 personas pueden morir por enfermedades y condiciones intolerables en Mariúpol”, que cuenta ya solo con entre 150.000 y 170.000 habitantes, tres veces menos que antes de la guerra y que deben ser evacuados en su totalidad, insistió.

Su asesor, Petró Andryushchenko, afirmó a su vez que, “si hay un infierno en la tierra, está en la planta de Azovstal”, que es atacada “no solo desde el cielo y con artillería, sino nuevamente con tanques que tratan de abrirse paso”.

El líder de la autoproclamada república de Donetsk, Denís Pushilin, sostuvo que no quedan ya civiles en territorio de la metalúrgica tras una complicada operación de la ONU y Cruz Roja la semana pasada para sacarlos de la fábrica.

Andryushchenko cree, sin embargo, que “quedan más de cien civiles” en la siderúrgica, mientras que la viceprimera ministra Iryna Vereshchuk, indicó que había además “cientos de heridos”. Tanto los prorrusos como Kiev calculan que todavía hay más de mil soldados ucranianos en la acería.

Las esposas de dos oficiales del regimiento Azov, la unidad militar ucraniana actualmente atrincherada en Azovstal, mostraron su deseo de que el breve encuentro que mantuvieron ayer con el papa sirva para poder salvar la vida de los soldados, que, aseguraron, están dispuestos a ser evacuados.

Francisco saludó durante unos cinco minutos, al término de la audiencia general en la plaza de San Pedro, a Kateryna Prokopenko, esposa del comandante de Azov Denis Prokopenko, y a Yulya Fedosiuk, esposa de Arseniy Fedosiuk, ambas refugiadas en Roma gracias a la Embajada de Ucrania ante la Santa Sede. “Las mujeres explicaron al papa que hay cerca de 700 soldados heridos “con gangrena, amputaciones, con la carne podrida” y que hay “muchos de ellos muertos y no pueden recibir una sepultura cristiana”. “Le pedimos al papa que nos ayude, que les ayude a utilizar los corredores humanitarios. Nos ha dicho que rezará por nosotros y que está haciendo todo lo que puede para rescatarlos”, dijeron.

Por otro lado, en el sur, en la región de Jersón, bajo control ruso, las autoridades prorrusas impuestas por Moscú, explicaron ayer que siguen adelante con la rusificación de la zona, no solo con la introducción del rublo y la apertura de un banco ruso.

También pretenden enviar una apelación al presidente ruso, Vladímir Putin, para incluir al territorio en una “provincia de pleno derecho de Rusia”, dijo Kiril Stremoúsov, subjefe de la Administración Civil y Militar de Jersón, según RIA Nóvosti.

El Kremlin recalcó que eso “lo deben decidir los habitantes de ese territorio”, en tanto que el asesor de la Presidencia ucraniana Mykhailo Podolyak aseguró que ese plan quedará en nada, ya que el Ejército ucraniano “liberará” Jersón.

Hospitales

Las tropas rusas han destruido por completo un total de 101 hospitales en Ucrania y han dañado o capturado casi 200 ambulancias en todo el país desde que comenzó la invasión, denunció ayer el Ministerio de Salud de Ucrania en su página de Facebook. “Durante 77 días seguidos (de invasión), los terroristas rusos han estado bombardeando barrios residenciales y objetivos civiles”, señaló el Ministerio de Salud en su nota.

Militar ruso

Un comandante del Ejército ruso capturado por Ucrania será el primer miembro de las fuerzas armadas de Moscú en ser juzgado en territorio ucraniano, según anunció ayer la fiscal general de este país, Iryna Venediktova. Vadim Shishimarin, comandante de la unidad 32010 de la cuarta división acorazada de la Guardia Kantemirovskaya de la región de Moscú, se sentará en el banquillo por el presunto asesinato de un civil en la región de Sumy, en el noreste de Ucrania. Shishimarin, de 21 años, mató a un hombre desarmado que iba en bicicleta por la carretera en la localidad de Chupajivka.

Desminar

El desminado de todo el territorio ucraniano tras la invasión rusa llevará entre cinco y diez años, aseguró ayer Oleh Bondar, jefe del Departamento de Desminado Humanitario del Servicio Estatal de Emergencia de Ucrania.