- El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, ha instado a su Ejército a desarrollar capacidades “para prevenir y contener” ataques nucleares, según recogen hoy los medios estatales, mientras Pionyang parece preparar un nuevo test atómico de forma inminente. El dictador dio estas instrucciones en una reunión con la cúpula militar del régimen que tuvo lugar con motivo de la celebración a comienzos de semana del gran desfile para conmemorar el 90 aniversario de la fundación del ejército norcoreano, informó la agencia estatal KCNA.

Kim señaló ante los comandantes nacionales la necesidad de mantener la “absoluta superioridad” de las fuerzas norcoreanas y de “desarrollar constantemente la capacidad para prevenir, contener de forma completa y frustrar todos los movimientos peligrosos e intentos amenazantes” por parte de “fuerzas hostiles”. Esto incluye “la escalada de amenazas nucleares” por parte del enemigo, según las citas atribuidas al líder, quien también pidió a los altos cargos “abrir una nueva fase de desarrollo” de las fuerzas del Norte.

El líder norcoreano también subrayó que “el tremendo poder ofensivo” y el “abrumador músculo militar” del régimen supone su “salvavidas” y la clave para su “futuro” en el contexto actual de “choque de fuerzas”, donde “hacerse fuerte” es la única forma de “preservar la dignidad, los derechos y los intereses”, según dijo. Su mensaje va en línea con el que expresó durante el desfile del lunes, donde dijo que su país ampliará su capacidad armamentística nuclear “a la mayor velocidad” posible y que se preparará de manera exhaustiva para poder emplear la disuasión atómica en cualquier momento.

misión esencial es disuadir para evitar un escenario de guerra, pero no podemos permitir que nuestras armas nucleares se limiten solo a prevenir una guerra esperando a que se genere una situación que deseamos no ver nunca en esta tierra”, añadió el líder. La agencia KCNA, que no precisó cuándo tuvo lugar exactamente la reunión de la que se informa hoy, difundió fotografías de los asistentes, entre los que además de Kim se encontraban altos cargos como Pak Jong-chon, uno de los cinco miembros del poderoso presidium del partido único, o el ministro de Defensa, Ri Yong-gil. Estos pronunciamientos llegan después de que Pionyang haya testado en lo que va de año un número récord de proyectiles y haya puesto especial énfasis en la mejora de sus capacidades tácticas, lo que supone poder realizar ataques más precisos y dañinos a nivel regional, mientras los satélites siguen detectando preparativos para un posible test nuclear inminente.

Las últimas imágenes tomadas por satélite esta semana y analizadas por expertos del estadounidense Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) revelan un gran volumen de actividad en el centro de pruebas nucleares norcoreano. Esto, según los expertos del CSIS, muestra “que los preparativos están en marcha” para la que sería la séptima prueba atómica del régimen y la primera desde 2017, coincidiendo con indicios similares detectados anteriormente por los servicios de inteligencia de Seúl y Washington.

Las actividades armamentísticas del régimen tienen lugar mientras el país lleva más de dos años completamente aislado del exterior por la pandemia, sin que haya constancia un plan de vacunación que le permita abrir fronteras y con el diálogo con EEUU sobre desarme congelado desde 2019.

Misil balístico. Entre los lanzamientos realizados este año por el Norte figura el primer test exitoso de un misil balístico intercontinental (ICBM) desde 2017, lo que se encuadra dentro del ambicioso plan quinquenal de modernización armamentística aprobada por el régimen en enero de 2021.

Tensión. La escalada de la tensión coincide con la llegada al poder en Corea del Sur del conservador Yoon Suk-yeol, quien será investido presidente el 10 de mayo tras prometer una línea más dura con el vecino del norte.