- El Kremlin de Vladimir Putin quiere dejar a los rusos sin memoria de las represiones soviéticas. La organización de derechos humanos más antigua de Rusia, Memorial, que se dedica a la rehabilitación de los millones de represaliados de este país, está amenazada de desaparición. “Quieren que dejemos de existir. Las autoridades rusas quieren heredar sólo las glorias pasadas y hacer con la investigación de los crímenes (de Estado) lo mismo que hicieron en Argentina: punto y final. ¡Basta!”, comentó Alexandr Cherkasov, director de Memorial.

La próxima semana la Justicia tramitará la petición de disolución de la Fiscalía, que acusa a dicha organización de incumplir la ley de agentes extranjeros, la versión moderna del “enemigo del pueblo” de la antigua URSS.

“¿Qué ocurre? ¿Debemos ser represaliados por segunda vez? Primero reprimieron a nuestros abuelos y padres, y ahora nos persiguen por unirnos a una organización, que es nuestro derecho constitucional”, comentó la nieta de un represaliado.

Memorial se considera “un eslabón” de una campaña que empezó a forjarse hace diez años con la promulgación de la ley de agentes extranjeros por parte del presidente ruso, Vladímir Putin, que quiere hacerse a toda costa con el control de la sociedad civil para minimizar su influencia en la vida política y social. “Las ONG que no se sometan al control del Estado, deben desaparecer. Eso es lo que les molesta a las autoridades que somos una institución fuerte e independiente. Compaginamos la visión histórica con la defensa de los derechos humanos”, dijo Oleg Orlov, otro veterano activista.

Según la acusación, Memorial violó dicha ley -es agente extranjero desde 2016-, instigó el incumplimiento de fallos judiciales y justificó el extremismo y el terrorismo. La organización, que fue fundada en 1991 entre otros por el científico y Nobel de la Paz (1975) Andréi Sájarov, considera que criticar públicamente las decisiones judiciales no puede ser ilegal, al igual que crear desde 2008 una lista de presos políticos no puede ser considerada una justificación de actividades extremistas.