- Una investigación forense sobre el atentado en el que murieron dos personas en el puente de Londres (London Bridge) en noviembre de 2019 concluyó ayer que fallos de comunicación entre la policía, los servicios de inteligencia del MI5 y otros organismos de Interior contribuyeron a que se produjera el ataque.

El jurado de esa investigación, presidida por el magistrado Mark Lucraft, sentenció que Jack Merrit, de 25 años, y Saskia Jones, de 23, fueron asesinados por Usman Khan, que tenía 28 años cuando fue abatido a tiros por la policía tras apuñalar a ambos jóvenes.

Khan había salido de la cárcel en diciembre de 2018 tras cumplir la mitad de una condena de 16 años por planear una bomba en la Bolsa de Londres y promover un campo de entrenamiento yihadista en Pakistán.

Su libertad condicional se aprobó a pesar de que el MI5 había transmitido a la policía sus temores de que Khan podía volver a proyectar ataques al salir de prisión.

La investigación forense sobre el caso, que duró siete semanas, determinó que el departamento policial que recibió esa información no la trasladó a las personas responsables de vigilar las condiciones de su libertad condicional. El 29 de noviembre de 2019, Khan asistió sin vigilancia alguna a un evento de rehabilitación de presos en un edificio aledaño al puente de Londres, donde comenzó el ataque. Algunos de los asistentes a ese evento obligaron al terrorista a salir a la calle y le persiguieron hasta el puente, donde recibió los disparos de agentes de policía.

La familia de Saskia Jones, una de las dos víctimas mortales, lamentó en un comunicado que “ninguna de las agencias estatales consideró de forma adecuada el riesgo”.

El jefe de la unidad antiterrorista de la policía británica, Neil Basu, expresó por su parte a los medios disculpas por los errores cometidos.