- Decenas de ciudades de EEUU recordaron ayer al afroamericano George Floyd, que murió asfixiado por un policía en Mineápolis justo ayer hace un año, con la promesa pendiente de una reforma policial que elimine la brutalidad contra las minorías raciales del país.

El primero en hacer patente ese eterno anhelo por parte de los sectores progresistas de cambio fue el presidente estadounidense, Joe Biden, que recibió a los familiares de Floyd en la Casa Blanca para hablar de la Ley George Floyd de Justicia en la Policía, una propuesta legislativa que está estancada en el Congreso. “El presidente tiene todavía muchas esperanzas de que va a firmar la Ley George Floyd de Justicia en la Policía. Estamos trabajando muy de cerca con los negociadores”, dijo la portavoz de la Casa Blanca. Biden, por su parte, señaló que EEUU “se enfrenta ahora a un punto de inflexión”.