- La junta militar de Birmania intensifica la represión con el cierre de medios de comunicación, la detención de periodistas y tácticas de acoso como el cerco durante toda la noche de ayer de manifestantes en un barrio de Rangún.

Centenares de personas, muchas de ellas mujeres, que habían estado participando en las marchas con motivo del Día Internacional de la Mujer, salieron ayer por la mañana de sus refugios tras pasar la noche aterradas y escondidas de las fuerzas de seguridad. Los manifestantes quedaron acorralados en el barrio Sanchaung, en el centro de Rangún, después de que la Policía bloqueara todas las vías de salida.

Las fuerzas de seguridad lanzaron granadas y dispararon mientras los manifestantes reclamaban a gritos que les dejaran salir. Muchos de ellos se escondieron en casas de vecinos a la espera de que la Policía y los servicios secretos, que intimidaron a los residentes aporreando las puertas casa por casa, levantara el asedio.

A pesar del acoso, los birmanos regresaron a las calles para reclamar al Ejército que restablezca la democracia, el respeto a los resultados de las elecciones de noviembre y la liberación de todos los detenidos desde el golpe de Estado, incluida la líder electa Aung san Suu Kyi.

Los militares también han aumentado su acoso contra los medios de comunicación independientes y los trabajadores de estos que informan sobre las protestas y la brutal represión policial contra la disidencia, que ya ha dejado al menos 60 muertos.

El último de ellos es Zaw Myat Linn, militante de la Liga Nacional para la Democracia (LND), el partido de Suu Kyi, que ganó por mayoría las elecciones del pasado noviembre. Linn fue arrestado el lunes por la noche y se convirtió en el segundo miembro de la LND fallecido mientras estaba detenido.

Por otro lado, dos periodistas birmanos fueron detenidos ayer en Rangún, y se suman a la amplia lista que cifraba en al menos 34 los profesionales de los medios detenidos desde el levantamiento militar, al menos seis de ellos acusados de violar las leyes de orden público.

El canal público MRTV, ahora controlado por el Ejército, ha anunciado la cancelación de las licencias de los medios Myanmar Now, 7Day News, Democratic Voice of Burma, Mizzima y Khit Thit News, que a partir de ahora no podrán continuar legalmente informando sobre lo que acontece en el país.

A pesar de ello, Mizzima, creado por periodistas en el exilio en 1988, reafirmó su compromiso por “seguir luchando contra el golpe militar y la restauración de la democracia” y se comprometió a informar en sus portales digitales y redes sociales.