- Israel comienza hoy un nuevo capítulo de su historia política. Benjamín Netanyahu, primer ministro desde 2009, se sienta en el banquillo en un juicio por corrupción en el que su libertad no es lo único en juego.

Pasaron más de seis meses, una elección general, intercambios de cohetes, una pandemia y, finalmente, tras varias idas y vueltas sobre cuándo, quiénes y cómo, el juicio contra Netanyahu comienza hoy en Jerusalén.

El mandatario llega envalentonado tras la reciente formación de un Ejecutivo, cuarto consecutivo bajo su liderazgo, previa autorización del Tribunal Supremo, que optó por no impedirle ejercer su cargo a pesar de estar acusado de fraude, cohecho y abuso de confianza en tres casos distintos de corrupción. Desde antes incluso de que se formalizara la acusación en su contra, Netanyahu ha liderado, desde su Gobierno, una campaña de desprestigio de la Justicia, denunciando una persecución política en su contra e incluso catalogándola como una “intentona golpista”.

Estos ataques le pusieron en el punto de mira, que recientemente denunció amenazas anónimas contra él y sus hijos.