Al menos 26 personas murieron y otras quince resultaron heridas ayer en el ataque suicida a un templo de la minoría sij en Kabul, una acción que se prolongó durante horas y fue reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI). "El ataque terrorista terminó con la muerte de uno de los terroristas. Desafortunadamente en este ataque terrorista 25 civiles murieron, y ocho personas más resultaron heridas", informó el Ministerio de Interior en un comunicado. El Ministerio de Salud Pública, en una rueda de prensa, elevó el número de heridos a quince.