El hasta ahora obispo de Donostia José Ignacio Munilla ha tomado este sábado posesión de su nuevo cargo al frente de la Diócesis de Orihuela-Alicante a lomos de una mula blanca, de nombre Bartola, una tradición que se remonta al siglo XVI y que simula la llegada de Jesús a Jerusalén. Arropado por una treintena de obispos de todo el Estado y del Nuncio del Papa en España, Bernardito Auza, Munilla ha llegado a Orihuela sobre una mula de 16 años "blanca, dócil y grande" que está acostumbrada a las grandes aglomeraciones y celebraciones porque suele participar en las fiestas de los Moros y Cristianos de la ciudad donde vive, Alcoy.

La de Orihuela-Alicante es la única diócesis, junto a la de Sigüenza (Guadalajara), que conserva esta peculiar entrada pública del nuevo obispo desde marzo del año 1566, cuando lo hizo el entonces prelado Gregorio Gallo de Andrade.

Tras el nuevo destino de Munilla, también ha habido relevo al frente de la Diócesis de Donostia, que ahora dirigirá de forma provisional el arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, Francisco Pérez González, nombrado este mediodía administrador apostólicoadministrador apostólico de la iglesia guipuzcoana.

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