eguramente la mayoría de las personas que pensaron en cómo sería su futura boda jamás la imaginaron celebrándola con mascarilla y sin nadie más presente que justo los dos testigos necesarios. Del mismo modo, probablemente muy pocos pensarían que la ceremonia se podría llevar a cabo sin un cura o un juez que confirmase la unión. Desde 2015, no obstante, los notarios vascos pueden asumir la escritura de los casamientos, algo que la sociedad “todavía no ha descubierto”. Una realidad que cuando llegue el final de la pandemia puede cambiar, ya que todas las ceremonias que continúan aplazadas a la espera “de poder celebrarse como se han celebrado siempre las bodas” van a colisionar en el tiempo, haciendo que muchas opten por las notarías y no seguir así esperando su turno.

“Aunque parece que los matrimonios se están poniendo de moda, cada vez hay menos. No es que se vea una mayor tendencia en las notarías, mucha gente todavía no lo ha descubierto”, explica para NOTICIAS DE GIPUZKOA Javier Oñate Cuadros, notario en Donostia. Desde que hace seis años asumieran esta competencia, en las notarías vascas se han registrado 1.534 matrimonios, la mayoría de ellos entre 2017 y 2019 (1.090).

Con la llegada del invitado menos deseado, el covid-19, los enlaces se desplomaron y el pasado año solo se celebraron 175 casamientos ante notario. En lo que va de curso se llevaron a cabo 25, porque la gente “sigue esperando”. “Estos años los vamos a recordar como un paréntesis en el que se ha parado el tiempo. No es lo mismo que hace un año, pero sigue habiendo una ralentización de toma de decisiones”, cuenta Oñate, al tiempo que pronostica que con el final de la pandemia “habrá un boom” de enlaces: “Es lo lógico. Las bodas son algo importante y se quieren celebrar como se han celebrado siempre”.

Este encontronazo de alianzas en fechas similares hará que a buen seguro los registros civiles se saturen todavía más, por lo que muchas parejas se decantarán por una notaría. Estas ya son la primera opción para aquellas personas que buscan asesoramiento, pero, sobre todo, agilidad. Un acta de declaración de herederos colaterales, por ejemplo, se realiza en aproximadamente un mes, cuando en un juzgado se pueden superar los seis meses de espera.

Desde el pasado 30 de abril, los notarios vascos pueden además autorizar los expedientes previos a la celebración del matrimonio gracias a una reforma del Código Civil y de la Ley de Registro Civil. Hasta ese día estos documentos, que confirman que no hay ningún impedimento para el matrimonio y que son necesarios para poder casarse, solo se podían conseguir en el registro civil. Ahora, en cambio, los notarios también pueden comprobar los tres requisitos necesarios para el enlace: que los contrayentes son personas capaces, que no hay parentesco entre ellos y que ninguno está casado con otra persona.

“Los registros civiles están desbordados. Con el covid ha habido un incremento de las muertes y con ello de las herencias, a lo que se va a sumar el cambio en la Ley de Registro Civil que modernizará el servicio, pero que hará que sea necesario un periodo de transición. Gracias a esta reforma, los notarios podemos oxigenar esta situación”, explica Oñate, que apunta que la única diferencia radica en que en la oficina de registro no hay tasas y en la notaría sí (con un coste mínimo de 30 euros).

Con este cambio, el papel de los notarios en la sociedad sale reforzado, pudiendo “controlar el sentido del matrimonio”. “Existen mafias que emparejan a gente para conseguir la nacionalidad. Ahora nosotros también podemos tratar de evitarlo”, añade.

Más divorcios que bodas

Aumento de herencias

“Las separaciones también están congeladas”

Con la competencia de casamientos, los notarios también adquirieron en 2015 la de poder firmar separaciones y divorcios. De hecho, estas han superado a las bodas con 1.716 realizadas ante los notarios vascos en los últimos seis años. Los dos únicos requisitos son que sean de mutuo acuerdo y que no haya hijos menores y/o con alguna discapacidad.

“Muchas parejas lo prefieren porque, además de ser más rápidos los trámites, no hay el estigma que se puede dar al llevar a tu pareja delante de un juez por mucho que sea de mutuo acuerdo”, opina Oñate.

De igual modo que el coronavirus paró la mayoría de las ceremonias matrimoniales, según este notario, muchas decisiones de separación “también están congeladas”. “Las separaciones de hecho sí que se notan algo más, pero no es que haya habido un crecimiento importante. Todo sigue un poco parado”, comenta.

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La actividad en las notarías poco a poco va cogiendo velocidad tras haber estado “prácticamente cerradas” durante el confinamiento. Con la crisis sanitaria, y sobre todo el pasado año, las herencias se dispararon como consecuencia del aumento de fallecidos por covid. Algo que “ya se está estabilizando” y que denota la inmunización cada vez mayor de las personas más vulnerables.

Al igual que las herencias, las compra-ventas de viviendas también han subido en Euskadi, pero “menos que en otras Comunidades Autónomas”. “No hay alteraciones que llamen la atención. De hecho, en momentos son parecidas a las de hace dos años”, observa.

evolución

Matrimonios ante notario en Euskadi. 1.534 desde el año 2015 que lo permite la ley. Los registrados son:

12 en 2015

232 en 2016

362 en 2017

352 en 2018

376 en 2019

175 en 2020

Separaciones o divorcios ante notario en Euskadi. 1.716 desde el año 2015 que lo permite la ley. Los registrados son:

68 en 2015

242 en 2016

301 en 2017

328 en 2018

353 en 2019

356 en 2020

46 notarías hay en Gipuzkoa, 68 en Bizkaia y 17 en Araba. En total, 131 en Euskadi y 3.000 en el Estado.

30 Euros es el precio mínimo del expediente previo necesario antes del enlace, que desde el viernes pueden tramitar los notarios gracias a la entrada en vigor de una reforma de la normativa de 2015, que dio luz verde a las bodas en notarías.

“Estos años son como un paréntesis. Sigue habiendo una ralentización de toma de decisiones”

Notario en Donostia