donostia - Su departamento asume uno de los grandes retos de Gipuzkoa: la regeneración integral de Pasaialdea.

-Es nuestro buque insignia. Se ha demostrado que el consenso entre diferentes es posible y el compromiso sigue en pie. Es un acuerdo de profundidad que ahora todos tenemos que cumplir. El proyecto de Adinberri, que es un centro de referencia en la atención de las personas mayores, está. Luego está el parking de hospitalillo, que da respuesta a una reivindicación histórica de la ciudadanía de Pasaia. También queremos actuar sobre el muelle de Trintxerpe, porque renovarlo permitiría culminar la regeneración en términos medioambientales, sociales y económicos.

¿El objetivo es concluirla esta legislatura?

-Es nuestra intención trabajar para ver si es posible. A lo mejor no está construido pero sí en proceso. El compromiso no es cortar una cinta, es que esté todo armado para que se pueda realizar. Quién corte la cinta es lo de menos.

¿Qué pasa con el futuro del puerto y su integración en Pasaia?

-Veremos cuál es el mejor proyecto para la integración, porque todavía hay una deuda de empleabilidad y hay unas empresas con poder económico y una repercusión en la industria importantes que están trabajando en el puerto y es hora de empezar a estudiarlo.

Pasaia se lleva todos los titulares pero, ¿qué otros proyectos de ordenación del territorio afronta?

-Se puede hacer un diagnóstico de cómo está el territorio, qué necesidades tiene, dónde la ciudadanía se encuentra menos contenta, porque hace mucho que no se hace. Vamos a reflexionar sobre eso y ver qué podemos hacer para equilibrar entre las ideas que tenemos en la Diputación y las necesidades que tienen las ciudadanas. Debe ponerse la vida de las personas en el centro y ordenar las ciudades y el territorio a partir de ahí, es decir, usar el planeamiento urbanístico para hacer entornos más inclusivos. Además, queremos hacer un diagnóstico de zonas abandonadas por las crisis industriales y económicas y ver si esos espacios se pueden recuperar y de qué forma, para la ciudadanía. -I. Astarloa