El centro escolar irundarra Lekaenea abrió sus puerta por primera vez el 3 de diciembre de 1919. En aquel entonces, se traba de un centro unitario, con solamente tres profesoras que atendían a párvulos y a niñas de diferentes edades.
Con esa información abre la muestra informativa que los alumnos y profesores actuales del centro han preparado con de su centenario y que pudo ser visitada ayer, durante la jornada festiva que aunó a exalumnos y a exdocentes en el mismo lugar en el que tantas horas pasaron.
Las celebraciones arrancaron a las 10.00 horas, con un espectáculo que prepararon los propios alumnos, al que siguió una actuación del mago Txan, todo ello en el patio del centro. Pero uno de los momentos claves tuvo lugar poco después de las 13.00 horas, cuando el director, Joxemi Zabalo, quiso agradecer su asistencia a los presentes. “Gracias por venir y por querer recordar y compartir con los que vivimos Lekaenea vuestros recuerdos y experiencias. El colegio quiere vovleros a dar el protagonismo como cuando pasasteis por él”, declaró Zabalo.
Acto seguido, un pequeño grupo de exalumnos y exdocentes revelron la nueva rotulación con la que el centro contará a partir de ahora. Dos de ellos fueron los hermanos Esteban y Juncal Miqueleiz, los dos exalumnos más veteranos presentes, al haber cursado sus estudios en el centro aproximadamente entre 1946 y 1948, con siete y seis años respectivamente. Ambos recordaban ayer haber pasado mucho frío en el antiguo edificio, que solamente contaba “con dos aulas y una estufa”. Mari Gema Ausín, alumna en 1955, también recordaba la leche en polvo del comedor y los nombres de sus antiguas maestras: “Doña Leoncia, Doña Teresa y Doña Margarita”.
En la otra cara de la moneda, Mari Carmen Susperregi fue profesora entre 1978 y 2016, habiendo desarrollado toda su carrera profesional en Lekaenea: “He dado de todo en estas aulas: Euskera, Francés, Lengua...”. Susperregi, que también fue jefa de estudios y directora, resumía sus emociones por el centenario del centro en una sola palabra: “felicidad”.