legazpi - El Ayuntamiento de Legazpi va a colocar una escultura del artista local Juan Mari Burguera en la rotonda del polígono industrial. La escultura se titula Besarkada e invita a los legazpiarras a abrazarse y trabajar para superar las diferencias.
Burguera se muestra encantado: “Las rotondas son un escaparate para los creadores. Casi todos los pueblos ponen su sello en las rotondas, porque suelen estar situadas en las entradas de los municipios. En el caso de Legazpi, hay piezas de forja en el resto de las rotondas y esta se quedó desangelada. A comienzos de 2018 me pidieron que presentara una propuestas y les dije que me dieran tiempo”, señala
El artista legazpiarra no quería colocar un icono de Legazpi, sino transmitir un mensaje: “Quería transmitir qué debe tener un pueblo para poder llamarlo pueblo. Y para mí, lo fundamental es la convivencia. Empecé a trabajar partiendo de ese concepto. Y salió la obra Besarkada. Detrás de un abrazo hay un trabajo. Para darnos un abrazo sincero debemos aparcar las diferencias”.
La obra cuenta con varios elementos con valor alegórico: “Son dos partes que intentan entrelazarse. Tienen hendiduras y estas hendiduras tienen grapas. Las hendiduras son heridas y las grapas suturas. Si las heridas cicatrizan, podremos abrazarnos. La obra está inclinada para darle movimiento. No en vano, el abrazo exige movimiento, el impulso de ir a abrazarnos”, indica
En cuanto al espacio que ocupa, la obra está orientada de norte a sur: “Legazpi está situado en un valle norte-sur. La escultura tiene casi 360º para mostrar que en ese abrazo entramos todos. Dentro tiene un espacio hueco: es el espacio que hay que llenar, la convivencia”.
Tiene un peso de unos 800 kilos y una altura de 5 metros y ocupará una superficie de 2x2 metros. Está realizada con acero corten y acero inoxidable: “El acero corten es idóneo para plasmar las heridas y la piel. La piel es rosacea y el acero oxidado toma unos tonos ocres que son cálidos como la piel”, explica.
La obra la están realizando en la calderería Mitxel de Urretxu: “El responsable de la empresa abrazó el proyecto con pasión. El también tiene un punto creativo y le gustan este tipo de trabajos”.
Su deseo es que los legazpiarras sientan la obra como suya: “Quiero que se sientan propietarios del mensaje. No soy muy dado a explicar mis obras, pero con esta quiero hacerlo. Quiero que sea como una señal de tráfico. Que su mensaje cale. La convivencia es muy importante. Mal avenidos, no llegaremos a ningún lado”, añade.
Las obras de colocación arrancarán la semana que viene y se espera que la escultura esté colocada para la segunda quincena de mayo. No es la primera obra que Burguera realiza para su pueblo. Hay trabajos suyos en el ayuntamiento y en el baptisterio de la iglesia y la nueva reliquia de la cruz de Mirandaola es obra suya. “Hay obras mías en el ayuntamiento, en la iglesia, y en una rotonda. He llegado ya a casi todos los lugares importantes”. Solo le falta entrar en dos de los principales templos del siglo XXI: las instalaciones deportivas y los restaurantes.