donostia - Gipuzkoa es la excepción y se mantiene como el único territorio del Estado que sigue aumentando su población año tras año, sin caídas, pese a la disminución de población generalizada que provocó la crisis, especialmente entre 2012 y 2016 en el conjunto del Estado, donde se perdieron algo más de 700.000 habitantes en ese periodo. No se libra ningún otro territorio vasco. Ni siquiera Araba, aunque su población no ha parado de crecer..., salvo en 2013 (-1.140). Según los datos del padrón continuo publicados recientemente por el Instituto Nacional de Estadística (INE), Gipuzkoa se situó ya en 719.282 habitantes el 1 de enero de 2017 tras ganar 1.450 respecto de las cifras de 2016. Suma y sigue para un territorio que, desde que estalló la crisis en 2007, ha aumentado su población en 24.300 personas.
Las cifras de la CAV no han podido seguir la línea de Gipuzkoa. Euskadi perdió habitantes en 2013 y 2014, lastrada por las caídas de Bizkaia, que en 2017 por fin volvió a ganar empadronamientos tras cuatro años de caídas entre 2012 y 2016, igual que ha sucedido en el conjunto del Estado. Aún hoy y pese a una recuperación de 800 habitantes en el último año, Bizkaia ha perdido 10.137 habitantes desde 2012 y se encuentra, de hecho, en niveles de población de 2008. También el conjunto de Euskadi está prácticamente igual que en 2012, mientras que Gipuzkoa ha ganado 7.183 personas desde entonces.
El aumento de la población tampoco ha sido espectacular en el último año (0,2%), pero las cifras de Gipuzkoa siguen siendo apreciables en la comparativa con el resto. De los 1.450 nuevos guipuzcoanos, 846 se concentran solo en tres de los municipios con más populación del territorio, como son Donostia, Irun y Hernani y otros casi 473 entre Tolosa (211), Zumaia (139) y Ordizia (123). De hecho, entre los seis municipios citados, la subida supera las 1.300 personas, mientras que los movimientos en el resto de localidades son imperceptibles.
En el lado opuesto, entre los que pierden volumen respecto de 2016 se encuentran 43 de los 89 municipios. La mayoría de ellos con variaciones insignificantes, eso sí. Una de las pérdidas de población más apreciable en términos absolutos se produjo en Beasain (-95), que se sitúa en niveles de 2012 con sus 13.854 vecinos a 1 de enero de 2017. Bergara (-52), Elgoibar (-54), Legazpi (-48) y Soraluze (-43) experimentaron también reducciones apreciables, aunque no importantes. Estos municipios han perdido cerca de 300 habitantes en total.
Si echamos la mirada varios años atrás, dentro del territorio guipuzcoano se aprecian variaciones sensibles. Si bien durante los últimos 40años Eibar había sido un claro ejemplo de pérdida de población. La ciudad armera, que en el año 1970 alcanzó un máximo de 37.000 habitantes, sufrió, a partir de entonces, una caída para tocar suelo en 2010, pero en los últimos siete años ha conseguido estabilizar su población en torno a los 27.414 actuales, lo que le sitúa como la cuarta más poblada tras Donostia, Irun y Errenteria.
urola garaia y debagoiena En la última década, sin embargo, sí se advierten tendencias a la baja, sobre todo en Urola Garaia y en menor grado en Debagoiena. Los municipios más castigados en los últimos diez años son Legazpi y Zumarraga. Entre estos dos municipios han perdido en la última década casi 400 habitantes, un 2,1%, aunque en total son 17 los pueblos guipuzcoanos que tienen menos habitantes que en 2007.
Entre ellos, destacan, aunque con porcentajes que no llegan al 1%, poblaciones de peso como Bergara (0,9%) y Arrasate (-0,6%), y también Soraluze (-3,96%), con 161 habitantes menos. En menor medida y acotado a los últimos cinco años, cae Urretxu, que aunque tiene más población que hace diez años, en los últimos cinco ha perdido un 2% de sus habitantes, 141 vecinos.
En cuanto a los municipios que más crecen, destaca Astigarraga, que es el que más creció en el último año en términos porcentuales, un 3,35%. Su evolución en los últimos años es espectacular. También destacan Orio, que ha ganado más de 1.000 habitantes en diez años (21%) y se sitúa en 5.857; o Irura, que pasó de los 1.270 de 2007 a los 1.823 de 2017, un 43,5% más.
Por su parte, Donostia se mantienen sin apenas variaciones un año y más y ya van seis. Desde 2011, primer año en el que la capital de Gipuzkoa superó la barrera de los 186.000 habitantes, el municipio más grande del territorio se halla en una franja estrecha que ahora se sitúa en 186.370. Le sigue Irun con 61.855.
Baja natalidad. El escaso índice de natalidad registrado en el conjunto de la CAV, uno de los más bajos de Europa, no ha impedido a Gipuzkoa seguir aumentando su población incluso en los años en que la práctica totalidad de territorios caían en el Estado español. Según los últimos datos del Eustat, en Euskadi nacen 8,7 por cada 1.000 habitantes. La media en la UE son 10.
Desde 1998. La serie histórica del Instituto Nacional de Estadística se remonta hasta 1998, y desde entonces, exceptuando Gipuzkoa, ninguna de las otras 49 provincias, ni las ciudades autónomas de Melilla y Ceuta, se han librado de algún año de caída en su censo. Cabe destacar que Ceuta no cayó durante los años de crisis, pero sí perdió población en 2005. Gipuzkoa no ha parado de elevar su población ningún año, según el INE, desde el comienzo de la serie.