pamplona - Dos conductores navarros de 32 y 38 años fallecieron ayer en Oieregi (Bertiz), en la N-121-A, después de que el más joven, un vecino de Larraintzar (Ultzama), realizara una maniobra prohibida que desembocó en un choque frontal entre ambos coches. Concretamente, efectuó un adelantamiento en un tramo de línea continua, por lo que invadió el carril contrario de la circulación.

La colisión se produjo entre la gasolinera de Legasa y el túnel de Oieregi. Rubén Ancizu Ariztegui, de 32 años y vecino de Larraintzar, se dirigía en sentido sur y el conductor del otro vehículo, Carlos Manuel Pinto Aramendia, de 38 años y de Berriozar, circulaba hacia Behobia. La pareja sentimental de este último, B.P.R., de 35 años, que viajaba como copiloto, sufrió heridas de consideración, aunque su evolución era positiva y al cierre de esta edición estaba ingresada en Observación de Urgencias del Complejo Hospitalario de Navarra.

Ancizu conducía un Opel Astra de color negro en sentido Pamplona y efectuó una maniobra irregular, al adentrarse en el otro carril de la circulación a gran velocidad. Parece ser que se encontraba realizando un adelantamiento a un camión. Por su parte, el vecino de Berriozar circulaba en un Renault Megane junto a su pareja y ocupaban el carril izquierdo -se encontraban adelantando a otro vehículo- de los dos que dispone ese tramo de carretera en sentido hacia Behobia. Todo hace indicar que se dirigían a realizar una excursión montañera, afición que compartía la pareja.

El impacto fue de tal envergadura que el coche de la pareja terminó volcado al lado de la cuneta, mientras que el turismo del joven de Larrain-tzar no se detuvo hasta medio centenar de metros después del punto de impacto. Minutos antes de la colisión, la Policía Foral había sido alertada de otro choque por raspado positivo (es decir, dos vehículos que circulan en sentido contrario y se golpean en el lateral) ocurrido en Bera y en el que el otro implicado denunció que el conductor de un vehículo de color oscuro y de marca Opel no se había detenido tras impactar con él.

Además, momentos antes del trágico suceso, un camionero también llamó a Emergencias desde la N-121-A para comunicar que un vehículo que circulaba hacia Pamplona se encontraba haciendo eses y adelantamientos incorrectos por el lugar. La llamada se sitúa a las 10.03 horas y la colisión se produjo un minuto después. La Policía Foral informó de ambas llamadas a la Guardia Civil, que se encarga del atestado, puesto que el coche implicado en esa sucesión de conductas podría tratarse del mismo del conductor fallecido.

El siniestro provocó que la carretera N-121-A quedara cortada en ambos sentidos en el kilómetro 43, por lo que se habilitó un desvío por la NA-110. La sala de gestión de emergencias de SOS Navarra movilizó efectivos del parque comarcal de bomberos de Oronoz, con apoyo de unidades del parque de Trinitarios de Pamplona, que se ocupan de la extracción de los cuerpos, así como una ambulancia y el helicóptero medicalizado del Gobierno Foral.

“Mal presentimiento” Mario Faur, un camionero afincado en La Rioja y que realizaba el trayecto de Orleans (Francia) a Logroño para la empresa de logística Translogroño, fue testigo directo del accidente. Él circulaba en sentido sur, hacia Pamplona y vio que el conductor del Opel Astra venía a gran velocidad por detrás, invadiendo el carril contrario en varios adelantamientos.

“Se notaba que iba fuerte, porque sacaba humo negro del tubo de escape y nada más verlo por el espejo retrovisor le empecé a pitar, porque veía que iba muy fuerte. Igual a 140 km/h y se metía en el otro carril”, relató. Según manifestó este testigo, en algún momento llegó a pensar “que se podía llevar a alguien por delante”. “Al llegar a una curva de poca visibilidad le he perdido de vista y al salir de la misma he visto una columna de humo y he tenido un mal presentimiento”, agregó.