DONOSTIA - Pequeños, sabrosos y de diseño. Así fueron los diez pintxos finalistas de la duodécima edición del campeonato de pintxos de Euskal Herria Amstel Oro, que concluyó ayer en el Kursaal donostiarra con la victoria de Mikel Muñoz y Mikaela Pop, del Gran Sol de Hondarribia, gracias a su pintxo Mika. La presencia guipuzcoana en los primeros puestos, que contaba con cinco candidatos en la gran final, también se vio en el tercer puesto, con el bar Zazpi de Donostia, y en la mención especial del jurado al bar Gaztelumendi de Irun. El segundo premio, por su parte, fue para el bar Gure Toki de Bilbao.
Como aseguró el presidente del jurado, el chef Alberto Ferruz del restaurante Bon Amb de Jávea, los vascos llevan el pintxo en el ADN, y así lo demostraron los participantes de esta edición. Platos sofisticados y muy variados entre sí, con productos de temporada como la codorniz del tercer pintxo ganador, y con guiños a otras cocinas, como el mexicano Tacolao del bar Gaztelumendi. Un campeonato que como los propios participantes aseguraron “tenía mucho nivel” y en el que por encima de todo estuvo el compañerismo entre amantes de los fogones.
Desde el pasado lunes, un total de 80 participantes de los cinco territorios (Gipuzkoa, Bizkaia, Araba, Navarra e Iparralde) compitieron por alzarse con la txapela de vencedor y los 3.000 euros de premio. Por tercera vez, el galardón final fue a parar al Gran Sol de Hondarribia, vencedor en 2010 y en 2013.
Mikel Muñoz y su jefa de cocina, Mikaela Pop, presentaron una brocheta de gamba con bacon en tempura con cerveza, verduras, mayonesa y lima rallada. Todo ello, sobre pan de cebolla. Un tributo a las cuatro estaciones y a la propia Mika, puesto que el pintxo lleva su nombre.
El segundo premio que constaba de 2.000 euros viajó a Bizkaia, concretamente al bar Gure Toki de Bilbao. Iván Siles presentó Bocadillo de pastrami, sardina y chipotle, un mini sándwich con ternera marinada y cocida al vapor acompañada de sardina a la brasa, pepinillo y cebolla roja.
El tercer clasificado jugó en casa. El bar Zazpi donostiarra se llevó 1.000 euros por su Pájaro en mano, un muslito en escabeche y una pechuga de codorniz a la plancha cocinada a baja temperatura con flor de begonia, que permitió a sus creadores, Paul Arrillaga y Aingeru Inziarte, llevarse además el premio al mejor tratamiento de la carne.
Esta edición dejó un premiado guipuzcoano más, la mención especial del jurado al Bar Gaztelumendi irundarra de Ángela Basabe y Markel Ramiro. Un pintxo inspirado en la gastronomía mexicana, que fue presentado sobre una pequeña calavera del país azteca, y que le valió asimismo el premio al mejor pintxo de bacalao.
premios para casi todos Durante la jornada de ayer se repartieron tal cantidad de premios que pocos finalistas se marcharon del Kursaal con las manos vacías. Tras las sesiones de showcooking del lunes y el martes, en la que a través de dos rondas clasificatorias y una semifinal en la que participaron directamente los pintxos ganadores de cada territorio, quedaron cinco bares guipuzcoanos, dos vizcaínos, dos navarros y uno de Iparralde, en la final del campeonato. Casi todos ellos se llevaron algún tipo de mención por parte del jurado, puesto que se repartieron hasta once premios sin contar los tres primeros y la mención especial.
Así, en el territorio guipuzcoano, Gorka Irisarri, de la Gastroteka Danontzat de Hondarribia, se llevó el premio popular por su pintxo El capricho de Tasio; Aitor Pérez, del Patri de Usurbil, ganó los premios a la innovación y al mejor tratamiento del cerdo por su pieza llamada Baskien; mientras que el pintxo Lorea, de David Rodríguez y Naiara Abando de Irun, será la imagen de la portada del libro Pintxos 2018, gracias a su galardón al bocado más estético.
Tras Gipuzkoa, Navarra y Araba se repartieron el resto de premios, con tres y dos, respectivamente. El bar Iruñazarra de Pamplona fue proclamado el mejor bar de pintxos 2017, y ganó con su pintxo Se-Te-Ra el mejor tratamiento de las frituras y texturas crujientes. Y La Barra del Goloso, de la propia capital navarra, fue distinguido con el mejor maridaje con cerveza por su pintxo Fisgón.
En Araba, por su parte, La Regadera gasteiztarra logró el premio al mejor tratamiento de la verdura, mientras que el del pescado fue para Alberto Sánchez, del Eskolaberri.
La Asociación de Hostelería de Hondarribia, organizadores del evento, entregó el premio de Honor a unos muy emocionados Enrique Fuentes y Mari Carmen Bargaño del bar Toloño de Gasteiz. Sobre una estruendosa ovación por parte de sus colegas chefs, los dos agradecieron el reconocimiento y prometieron seguir “dando caña” en la gastronomía vasca.
primer Premio. El bar Gran Sol de Hondarribia se alzó con la txapela con el pintxo Mika, una brocheta de gamba con bacon y cerveza, que es un tributo a las cuatro estaciones.
segundo premio. Bocadillo de pastrami, sardina y chipotle del bar Gure Toki de Bilbao quedó en segunda posición. Un mini sándwich con ternera, sardina, pepinillo y cebolla roja.
tercer premio. El tercer clasificado se quedó en casa. El bar Zazpi de Donostia presentó Pájaro en mano, dos bocados de codorniz con flor de begonia y esencia de rosa.
Gran Premio. Mikel Muñoz y Mikaela Pop del Gran Sol de Hondarribia.
Segundo clasificado. Iván Siles de Gure Toki de Bilbao.
Tercer clasificado. Paul Arrillaga y Aingeru Inziarte del bar Zazpi de Donostia.
Mención Especial. Ángela Basabe y Markel Ramiro de Gaztelumendi en Irun.
Premio popular. Gorka Irisarri de Danontzat en Hondarribia.
Más estético. David Rodríguez y Naiara Abando de Irun.
Mejor pintxo bacalao. Ángela Basabe y Markel Ramiro de Gaztelumendi en Irun.
Más innovador. Aitor Pérez del Patri de Usurbil.
Mejor tratamiento carne. Paul Arrillaga y Aingeru Inziarte del bar Zazpi de Donostia.
Mejor tratamiento cerdo. Aitor Pérez del Patri de Usurbil.
Mejor tratamiento verdura. Mikel Fiestra de La Regadera de Gasteiz.
Mejor tratamiento pescado. Alberto Sánchez del Eskolaberri de Gasteiz.
Mejor tratamiento frituras. Gorka Aginaga del Iruñazarra de Iruñea.