La huida a Egipto de la Sagrada Familia volvió a representarse ayer en Lazkao en una tradición que se desarrolla desde 1642 casi sin interrupciones. 150 vecinos de la localidad dieron forma al espectáculo, que duró una hora y atrajo a numeroso público al pueblo, que estuvo especialmente animado.

El buen tiempo ayudó también a que la representación se celebrarse sin contratiempos, aunque el frío fue protagonista y el estanque de los patos, que se instaló como atrezzo de la representación, estuvo helado. Las improvisaciones de Herodes, que llegó a bailar y cantar, sorprendieron a más de uno. “Creía que venía a ver un teatro y parece un musical”, exclamó un espectador habitual. El buen hacer de los muchos chavales del pueblo también llamó la atención.

Las nuevas tecnologías han llegado a la histórica representación y los micrófonos que llevaban los actores permitieron seguir con claridad las palabras en euskera que pronuncian los personajes de la función así como la de la narradora.

Además, lo largo de la jornada se desarrolló el 18º concurso de burros de Euskal Herria, en el que Lola y Gaspar obtuvieron el título de los más hermosos. - N.G.