donostia - Tres jabalíes fueron abatidos al mediodía de ayer por cazadores en la campa situada junto a las cocheras de los autobuses de Dbus, en el barrio donostiarra de Marrutxipi, después de que fuese detectada la presencia de una manada con cuatro ejemplares que se habían refugiado en esta zona verde, que acogió en el pasado una cancha deportiva y que se encuentra vallada para que no pase gente. Un cuarto ejemplar se escapó por la carretera, hacia el monte, probablemente hacia el entorno de Ame-tzagaina-Garbera de donde, al parecer, el grupo había bajado a la ciudad. Hasta el momento, nunca estos animales habían llegado hasta el casco urbano, según señalaron agentes municipales de larga trayectoria en el cuerpo, que añadieron que, últimamente, se están dejando ver por los montes más cercanos.

El sacrificio de los ejemplares pudo ser posible gracias al operativo organizado por agentes de la Guardia Municipal y de bomberos, que llevaron un camión escala en el que se apostaron dos de los cazadores. La situación finalizó poco después de las 13.00 horas e incluyó el corte del paso peatonal, así como del tráfico en el entorno, durante los diez minutos en los que se produjeron los disparos.

La Guardia Municipal, de acuerdo con la Diputación, optó por sacrificar a los animales ante la imposibilidad de capturarlos vivos y por el peligro que entraña su presencia en las carreteras. “Si le sale un jabalí a un coche es muy peligroso y no digamos si se aparece a un motorista, que puede fallecer a consecuencia del impacto”, explicaba uno de los agentes.

La operación para capturar a los mamíferos comenzó a las 9.00 de la mañana cuando una patrulla de la Guardia Municipal vio cómo se adentraba el grupo en la campa de Marrutxipi, por un hueco abierto en la verja. Los agentes, además, tenían conocimiento de que un grupo de cinco jabalíes había sido visto en Intxaurrondo e, incluso, hay un vídeo grabado en la madrugada del pasado viernes, en el que se puede comprobar cómo uno de estos animales, desorientado, circula por la carretera que une la rotonda de Garbera con la del polígono 27, con gran peligro para la circulación.

Tras detectar a los animales por la mañana, la Guardia Municipal se puso en contacto con la Diputación para buscar a algún especialista que pudiera abatir a los animales con dardos somníferos, pero no lo logró, según explicaron los agentes a este diario. Asimismo, intentaron sin éxito contar con la colaboración de expertos en tiro con ballesta, ya que las balas de las pistolas normales no son suficientes para acabar con los jabalíes. Tras una búsqueda no exenta de nervios, ya que los animales podían abandonar sus escondrijo en cualquier momento, consiguieron que llegaran cuatro cazadores con sus escopetas: el vecino de Martutene José Mari Aginaga, así como Aitor Urdanpilleta, Asier Arrillaga y Joxe Iguaran, los tres de Lizartza.

Dos de ellos se apostaron en la barquilla de la escala de un camión de bomberos y los otros dos, junto al cercado. Los primeros cinco tiros no tuvieron efecto y ahuyentaron a los animales por la campa. Los siguientes disparos, tanto desde lo alto de la escala de bomberos, como desde la verja, a pocos metros de un animal, acabaron con tres de ellos. El cuarto escapó por un hueco en la verja, a pesar de que los agentes de la Guardia Municipal los habían tapado.

Una vez terminada la operación, José Mari Aginaga explicó que esa misma mañana un grupo de cazadores había estado buscando jabalíes en las inmediaciones de Garbera. En Astigarraga, Loiola y Urnieta han sido vistos estos animales en días pasados. La Diputación informó de que en los próximos días realizará un seguimiento de su presencia para tomar medidas si es necesario. En la operación estuvo presente el concejal de Seguridad de Donostia, Martin Ibabe, que destacó la necesidad de sacrificar a los animales para evitar peligros a la población.