donostia - Los atascos en el paso de Biriatu parecen no tener solución, a pesar de que ayer los responsables de la autopista francesa llegaran a abrir ocho cabinas. La masiva afluencia de vehículos a lo largo del día alcanzó su punto álgido a media tarde, cuando la cola llegó a tener 19 kilómetros, según informó el Departamento Vasco de Interior. Esto supuso que las filas de coches y camiones se plantaron a la altura de Astigarraga, lo que afectó a otras carreteras de la red viaria guipuzcoana. Esta es la segunda ocasión durante este verano en que las hileras de coches y camiones presentan esa magnitud, más propia de operaciones de retorno de las grandes capitales.
Los problemas de tráfico fueron un quebradero de cabeza en la zona de la muga para miles de ciudadanos, quienes quedaban atrapados sin escapatoria en la “tela de araña” de Biriatu. De nada sirvió la medida puesta en práctica por las autoridades francesas de tener operativas la práctica totalidad de las cabinas. El flujo de automóviles fue tan intenso que el paso por ese punto supuso un nuevo infierno.
Otro tanto ocurrió al otro lado de la muga, donde las retenciones también fueron kilométricas, si bien menores que las provenientes de Gipuzkoa.
La explicación a este gran tapón formado ayer, aunque los días anteriores también ha habido largas colas, se encuentra en el retorno vacacional de los turistas europeos, particularmente franceses. No obstante, a ello hay que añadir el considerable incremento de visitantes galos a Euskadi, muchos de los cuales realizan excursiones de un día y pernoctan en Iparralde. En este sentido, los establecimientos hosteleros de Lapurdi viven uno de los mejores veranos de los últimos años.
La “trampa” de Biriatu volvió a tener efectos perniciosos en las carreteras de la comarca del Bidasoa, que enlazan Irun, Hondarribia y Hendaia. Las retenciones afectaron a la circulación de la avenida de Iparralde de Irun y a la GI-636, en concreto, a la variante de esa ciudad. En esos puntos, los vehículos transitaron con gran lentitud la mayor parte de la jornada debido a que muchos de ellos se desviaron para evitar el atasco de Biriatu.
Por si fuera poco, durante la mañana la Guardia Civil estableció un control en el puente de Santiago que empeoró el ya difícil tránsito de los vehículos.
A lo largo de la tarde, la rotonda situada a la altura de la comisaría de la Ertzaintza, que distribuye el tráfico de la variante hacia Irun y Hendaia, fue también una pesadilla para quienes confluían en esa zona.
accidente No fue este el único incidente en las carreteras guipuzcoanas, ya que cuatro personas resultaron heridas por la tarde al salirse de la calzada y volcar un Seat Alhambra. El monovolumen circulaba por la carretera GI-636, en sentido Errenteria, a su paso por Lezo, según informó el Departamento vasco de Seguridad a Europa Press. Los cuatro ocupantes del vehículo fueron trasladados al Hospital Comarcal del Bidasoa para ser tratados de diversas contusiones.
Por otra parte, una mujer de 55 años resultado herida de diversa consideración al sufrir un accidente con el coche que conducía en el término municipal de Soraluze.
El siniestro ocurrió sobre las 7.50 horas, en la carretera GI-627, en sentido hacia Maltzaga, donde por causas que se investigan el turismo, de la marca Hyundai, se salió de la calzada.