“El premio nos alienta a seguir con el proyecto de viveros de Ulia”

donostia - “Cuando nos llamaron para decirnos que nos daban el premio Elkarlan, creíamos que era una broma”. Sin embargo, no era una chanza y una representante de la asociación de vecinos de Ulia, que forma parte del proyecto Uliako Lore Baratzak, acudió el pasado viernes a Bilbao, donde recibió el galardón de manos del portavoz del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka. Con la distinción, la entidad tendrá, además, apoyo técnico para desarrollar algunas de sus actividades y 6.000 euros que servirán para los muchos gastos que genera rehabilitar un parque de modo voluntario.

“El premio nos da mucha energía y nos alienta para seguir trabajando en mejorar los viveros de Ulia para que muchas personas puedan disfrutar de ellos”, explicaba ayer a este diario Leire Rodríguez, una de las integrantes del colectivo que trabaja de modo voluntario en el proyecto de reutilización del espacio verde. Gracias a la implicación y el trabajo de entre 40 y 60 personas, el espacio que ha estado largos años cerrado al público y sin ninguna utilidad -a la espera de que se ejecute un plan de viviendas- puede ser conocido y disfrutado por muchos ciudadanos.

La asociación de vecinos de Ulia llevaba tiempo trabajando la idea de abrir las puertas de este espacio en el que, en el pasado, el Ayuntamiento de Donostia cultivaba las flores con las que posteriormente decoraba las jardines urbanos. Pero esta tarea cesó y el terreno fue recalificado para acoger nuevas viviendas que, por cuestiones relacionadas con la crisis económica, no se llegaron a iniciar.

En vista de que el parque, situado en la confluencia de la avenida José Elosegi con el arranque del paseo de Ulia, no hacía más que languidecer, la entidad vecinal pidió al Consistorio que les permitiera abrir sus puertas en determinadas ocasiones. Finalmente, en enero de 2015, el Ayuntamiento cedió a la asociación el terreno en precario, y un nutrido grupo de personas empezó a trabajar para mejorar el espacio y aprovechar su existencia.

actividades Al principio teníamos permisos puntuales para abrir en determinadas jornadas, pero ahora organizamos más actividades de continuo”, explica Rodríguez. Por ejemplo, todas las tardes se abre el parque de 16.00 a 18.00 horas, gracias a la colaboración de los voluntarios, y algunos domingos se celebran auzolan para limpiar el parque, colocar tierra en los bancales, cortar hierba o acometer las muchas tareas de adecentamiento que requiere el espacio. Además, los jueves, los más pequeños pueden disfrutar con la actividad txiki-foxes y se celebran talleres de jardinería y jornadas de avistamiento de aves, además de algún concierto.

La actividad en los viejos viveros de plantas es ahora continua y no solo personas de Ulia están implicadas. Otros donostiarras de Amara, Berio o El Antiguo se han unido también en la iniciativa.

Ayer mismo, representantes de la asociación vecinal acudieron al Ayuntamiento con la esperanza de poder entrevistarse con algún responsable pero no lo consiguieron. “No encuentran hueco para reunirse con nosotros y es una pena”, señala Rodríguez, que destaca que ningún representante de la actual Corporación ha ido a visitarles por el momento y les gustaría mostrarles su trabajo.

Quienes sí acudieron a conocer proyecto in situ fueron los miembros del equipo de trabajo de Elkarlan que, el pasado mes de diciembre, y tras informarles de que iban a ser premiados, conocieron el renovado parque de los viveros, bajo el que se esconden, además, dos antiguos depósitos de agua, en los que también se han celebrado algunas visitas guiadas.

“Este reconocimiento institucional nos ha de servir de estímulo para perseverar en el trabajo voluntario de Uliako Lore Baratzak, con el objetivo de generar valor social y, por ende, promover un cambio de enfoque del Ayuntamiento hacia el uso y potencial de parque. Y es que esperamos que con esta noticia los representantes municipales se animen también a visitarnos y a conocer el parque y el proyecto”, dicen los voluntarios en su web.